El expresidente del Gobierno Felipe González afirmó ayer que está "muy contento" por el pacto de Gobierno alcanzado entre el PSC, ERC e ICV-EUiA y vaticinó la apertura de "un espacio renovador para el futuro" en Cataluña.

González explicó que estos últimos días ha seguido "con pasión" las negociaciones previas al pacto, al que ha manifestado su total apoyo. El expresidente consideró que la formación de un Ejecutivo catalán de izquierdas supone "una novedad interesante y buena".

En la misma línea, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que la "derecha" está "de muy mal humor" por el hecho de que un socialista vaya a presidir la Generalitat y vaticinó que "va a utilizar todos los argumentos posibles" para cargar contra el tripartito. Zapatero dijo que Maragall será "muy buen" presidente.

RATO, ZAPLANA Y MATAS Varios dirigentes del PP, como el vicepresidente y ministro de Economía, Rodrigo Rato, el portavoz del Gobierno y ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, y el presidente de las Baleares, Jaume Matas, cargaron desde diferentes frentes contra el pacto entre el PSC, ERC e ICV-EUiA.

Rato criticó uno de los puntales del pacto: la financiación. El ministro de Economía dijo que el PP no aceptará propuestas que "traten de perjudicar a unos territorios frente a otros", en referencia al objetivo del nuevo Ejecutivo de lograr un sistema de financiación cercano al concierto económico vasco.

Zaplana cargó contra Zapatero, a quien exigió que explique los "compromisos" asumidos con ERC para formar gobierno en Cataluña.