La actualidad política brinda en ocasiones caprichosos efectos de simetría. Como este: las nuevas revelaciones del sumario del caso Gürtel , que apuntan directamente a la implicación del extesorero del PP Luis Bárcenas, en las actividades de la trama corrupta se producen justo 20 años después de que un juez de Valencia llamado Luis Manglano ordenara la detención de Rosendo Naseiro, responsable en esa época de las cuentas del partido conservador, por presuntos delitos de cohecho y financiación irregular.

El estallido del caso Naseiro tuvo lugar el 9 de abril de 1990. Apenas había transcurrido una semana desde que José María Aznar llegara a la presidencia del PP en un entusiástico congreso celebrado en Sevilla y anunciado a bombo y platillo como el inicio de la refundación de la derecha española. "Ni tutelas ni tu tías", había proclamado el fundador Manuel Fraga, en frase memorable, al ceder el testigo al nuevo líder popular. El escándalo de corrupción cayó como una losa sobre la recién nombrada dirección del PP, pero Aznar supo sacarle partido: encargó con presteza una inspección interna, reclamó una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados, enseñó la puerta de salida del partido a Naseiro (el tesorero era un hombre de Fraga) y a otros dirigentes implicados en el caso y apuntaló así su férreo liderazgo dentro del PP.

Homenaje en Sevilla

De todo ello, como ha quedado dicho, se cumplen ahora 20 años, y Aznar ha querido aprovechar la efeméride para darse un homenaje. El expresidente del Gobierno ha convocado a casi todos los miembros de aquella ejecutiva del PP, que fue elegida en el congreso de Sevilla, para compartir hoy con ellos un almuerzo en el restaurante Río Grande de la capital andaluza, junto al río Guadalquivir y frente a la Torre del Oro. En ese mismo local, los primeros dirigentes de la era Aznar celebraron su ascenso a la cúpula del partido con una cena tras la clausura del cónclave de la refundación.

La foto tendrá miga. Entre los políticos que han confirmado su asistencia figura Mariano Rajoy, vicesecretario general del Partido Popular en 1990, que hoy deberá conciliar su papel de líder de un partido zarandeado por el caso Gürtel con su condición de invitado en la fiesta de Aznar, el hombre que capeó el escándalo Naseiro .

Se sentarán asimismo a la mesa Manuel Fraga, Francisco Alvarez-Cascos --que anda estos días preparando su regreso a la política, pese a la desaprobación de Rajoy--, Alberto Ruiz-Gallardón, Jaime Mayor Oreja --otro político de moda--, Juan José Lucas, Federico Trillo, Celia Villalobos, Jesús Posada, Tomás Burgos, Juan Carlos Vera, Carlos Aragonés, Soledad Becerril, Alejandro Muñoz Alonso, Guillermo Gortázar, José Luis Alvarez, Gaspar Ariño, María Teresa Estevan, Juan Manuel Fabra, Rodolfo Martín Villa, Abel Matutes, Isabel Tocino, Luis Ramallo, José Manuel Otero Novas, Ramiro Rivera, José Manuel Romay Beccaria, José Miguel Ortí Bordás y Marcelino Oreja. Y también Arturo Moreno, el vicesecretario general que se vio forzado a dimitir por el caso Naseiro y al que Aznar recolocó en su día en la FAES, el think tank que se ha encargado de organizar el encuentro de hoy, ante la incomodidad de la dirección popular.

Los ausentes

Otros dirigentes de la época como Rodrigo Rato y Javier Rupérez no podrán asistir porque se encuentran en el extranjero. Loyola de Palacio y Gabriel Cisneros han fallecido. Y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, muy distanciado de Aznar desde hace tiempo, no ha sido ni siquiera invitado.

Rosendo Naseiro, tampoco.