La tumultuosa 12ª legislatura acabó ayer en el Congreso. El martes se disolverán las Cortes y ya no habrá más plenos. Ahora, con el Congreso medio cerrado (solo abrirá días puntuales para la Diputación Permanente), llega el turno de los partidos y de la elaboración de las listas para las generales del 28-A. Algunos sufrirán más que otros. Los sondeos auguran que el PP, siempre acostumbrado a pasar de largo de los 120 escaños, puede caer de los 134 actuales a 75, según la última encuesta del GESOP para este diario. Podemos es el otro que mayor batacazo puede registrar: de 67 a 36 diputados.

En la sede de Génova, Pablo Casado confeccionará las del Congreso y, en paralelo, las europeas del 26-M. El calendario obliga a que los políticos de todos los partidos con ambiciones internacionales decidan si quieren jugar en la liga española o en la europea.

Casado, además, tiene la oportunidad de hacer por primera vez su equipo. Lo más razonable es que tenga en cuenta la opinión de las direcciones provinciales y regionales. Sobre todo, las de la España interior, puesto que es en las circunscripciones más pequeñas donde el PP teme que la división del voto de derechas (Cs y Vox) dificulte sus escaños. Entre los populares hay nervios por ocupar una buena posición. Casado los tranquilizó el martes, en una reunión interna, al decirles que, si no obtienen escaño en el Congreso o el Senado, los colocará en gobiernos regionales y ayuntamientos que espera controlar repitiendo el tripartito de derechas de Andalucía.

En el PSOE, una de las curiosidades, además de saber a quién pone Pedro Sánchez de número 2, será ver por qué provincias van algunos ministros que le acompañarán, casi todos salvo Pedro Duque y Nadia Calviño.

Muy adelantado va respecto a sus contrincantes Podemos, que en diciembre hizo las primarias y sabe que solo repetirán una veintena de diputados, por lo que la renovación será amplia. En Cs, por contra, creen que seguirán aunque están pendientes de las votaciones internas, incluida la del propio Albert Rivera.