Los tres supuestos miembros del aparato logístico de ETA detenidos el miércoles vivían en una casa rural en Quézac, una población de 250 habitantes al sureste de Francia, donde se hacían pasar por escritores, según fuentes próximas a la investigación. Los presuntos etarras alquilaron la vivienda hace un mes y por un tiempo indeterminado, precisaron las mismas fuentes. Se prevé que hoy sean trasladados a París para que continúe su interrogatorio.

La policía judicial francesa finalizó ayer el registro de la casa rural de los etarras, donde se hallaron dos pistolas automáticas, siete detonadores y otros materiales para fabricar explosivos, como pequeñas cantidades de polvo de aluminio y componentes electrónicos que se están analizando. Los agentes también se incautaron de tres ordenadores portátiles, abundante documentación y un automóvil robado, que serán también examinados. Aunque escavó en los alrededores de la casa, la policía no halló ni rastro del arsenal robado en Vauvert.