La fiscalía ha pedido este martes para las concejalas de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona María José Lecha y Maria Rovira una multa de 180 euros e indemnización de 245 por un delito leve de lesiones a raíz de la denuncia de un agente de la Guardia Urbana que les acusa de agredirle durante una protesta. El representante del Ministerio Público ha asegurado en el juicio celebrado en la Ciutat de la Justícia que, "aunque existen dos versiones contradictorias", los informes médicos, que han sido objetivados por el médico forense, acreditan las heridas sufridas por el policía municipal.

La acusación particular ha pedido 1.790 euros por responsabilidad civil y 210 de multa, mientras que la acusación popular, representada por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), ha solicitado una multa de 2.700 euros y medida de alejamiento durante 6 meses.

Según la acusación, Lecha y Rovira habrían agredido al agente de la Guardia Urbana, con patadas en las piernas y golpes en el abdomen y las costillas, durante una concentración de la CSIF frente a la Ciutat de la Justícia para protestar contra el exconcejal de la CUP Josep Garganté, acusado de coaccionar a un médico. Ese día, 1 de diciembre del 2016, Garganté debía ser juzgado por un delito leve por supuestamente haber presionado a un médico para que modificara el parte de lesiones de un vendedor ambulante, que había resultado herido tras un operativo de la Guardia Urbana contra el 'top manta'. Garganté fue absuelto porque el médico al que supuestamente coaccionó no presentó denuncia.

Enfrentamiento verbal

Los hechos por los que se acusa a Lecha y Rovira ocurrieron antes del juicio, cuando dos grupos de signo contrario, de la CUP y del sindicato CSIF, se enfrentaron verbalmente cuando Garganté y su abogado se disponían a realizar declaraciones a la prensa.

Según relato del guardia urbano, los concentrados en apoyo a Garganté se dirigieron contra él de forma agresiva y fue en ese momento cuando Lecha y Rovira le dieron "patadas y golpes bajos". Poco después, ha agregado, Rovira volvió a golpearle en las piernas. "No tengo ninguna duda de que fueron ellas", ha asegurado el policía, que ha explicado que luego el exdiputado de la CUP David Fernández, medió.

Lecha ha explicado que fueron los sindicalistas de la CSIF los que "asediaron" y "empujaron" a los miembros de la CUP. "No solo no agredimos a nadie, sino que también se nos imposibilitó hacer declaraciones a los medios antes de entrar al juicio", ha señalado Lecha, y ha agregado que algunas de las personas que protestaban contra Garganté llevaban la cara cubierta con pasamontañas.