"No estoy para tapar a nadie ni para ni para proteger a nadie", ha asegurado este jueves por la noche el fiscal anticorrupción, Pedro Horrach, en alusión a su posición contraria a imputar a la infanta Cristina en el 'caso Nóos'. No obstante, no ha considerado su postura inamovible. "En el futuro, puede pasar de todo. Estas circunstancias pueden variar, se pueden aportar nuevos elementos de prueba o no", ha precisado sobre el encausamiento de la hija del Rey.

En una conferencia sobre la corrupción organizada por la Obra Cultural Balear en el municipio mallorquín de Santa Margalida, Horrach ha reiterado en varias ocasiones que en la decisión de orillar a la infanta Cristina del 'caso Nóos' no ha sufrido ningún tipo de mediatización. "El único responsable de lo que firmo soy yo. La única orden que recibo de Madrid es: haz lo que consideres oportuno", ha afirmado el fiscal.

Horrach ha tildado de "poco considerado" todo intento de desviar las críticas a la actuación de la Fiscalía Anticorrupción en el 'caso Nóos' a otro lugar o persona que no sea él mismo. "No modificaré ni un ápice mi criterio profesional. No sucumbiré ni a presiones mediáticas ni populistas", ha añadido el fiscal, que también se ha referido al diferente nivel de responsabilidad de jueces instructores y fiscales a lo largo de las causas, con Nóos en el trasfondo. "Al acabar la instrucción, los jueces se lavan las manos. El fiscal es quien acusa y lleva al banquillo. Y si no hay pruebas suficientes, no siento a nadie en el banquillo", ha precisado. Horrach ha defendido que solo debe celebrarse un juicio de Nóos y no dividir la causa, como pretende el juez José Castro, porque podría dar lugar a sentencias dispares.

Que el juez juzgue y el fiscal investigue

El fiscal anticorrupción ha cuestionado la operativa judicial del sistema español por su dualidad y ha abogado por una reforma que otorgue al fiscal el papel de investigar y donde el juez se limite a juzgar, no como ahora que también instruye. Ha defendido la eficacia de los pactos con los arrepentidos para perseguir la delincuencia y ha subrayado que solo se cuestionan cuando afecta a casos de corrupción. Incluso ha abogado por primar a delatores de fraudes, como se hace en otros países.

Ha reconocido Horrach que sufrió "una frustración importante" cuando vio al Supremo rebajar la segunda condena del expresidente balear, Jaume Matas de seis años a nueve meses y ha prometido "hacer todo lo posible para que sea condenado por los hechos delictivos que se están investigando en estos momentos y donde, presuntamente, está implicado el señor Matas", lo que ha arrancado una gran ovación del público. "No había pruebas suficientes para condenarlo por prevaricación", ha comentado sobre la sentencia condenatoria al juez Garzón.