El fiscal del Tribunal Supremo apoya la petición del juez Baltasar Garzón de apartar a cinco de los siete jueces que tienen previsto juzgarle a partir del próximo 29 de noviembre por haber autorizado escuchas en el caso Gürtel. El ministerio público considera que estos magistrados están contaminados, ya que han participado en la instrucción de este proceso al haber admitido a trámite la querella presentada por el abogado de uno de los imputados en la trama de corrupción vinculada al PP.

En su escrito, la fiscalía da la razón a las objeciones que el juez planteó contra los cinco jueces, a los que acusó de querer juzgarle a toda costa. El fiscal sostiene que la participación de estos jueces en la instrucción de este proceso "les sitúan al borde o de lleno en una apariencia de falta de imparcialidad". Por este motivo, asegura que las sospechas de Garzón contra estos jueces "son objetivas".

Además, la fiscalía reproduce en su escrito los argumentos esgrimidos por la sala especial del artículo 61 del Tribunal Supremo que el pasado mes de junio ya apartó a otros cinco jueces de la vista que aún se tiene que señalar contra Garzón por haber investigado los crímenes del franquismo. Era la primera vez que el alto tribunal adoptaba una decisión de este tipo y entonces la justificó en el hecho que el Tribunal Supremo es un tribunal cuyas sentencias solo son revisables por el Constitucional.

El togado de la Audiencia Nacional también recusó por otro motivo al magistrado Perfecto Andrés Ibañez, al que acusó de falta de imparcialidad y de tner un interés directo en la causa por haber escrito un artículo laudatorio en una revista jurídica del instructor de este caso, Jorge Alberto Barreiro. La fiscalía afirma que dicho artículo contiene "prejuicios suficientes" para justificar "la no participación" de este juez en el juicio.