La fiscalía del Tribunal Supremo puso ayer en evidencia las contradicciones del juez Luciano Varela al recordarle que pretende sentar en el banquillo a Baltasar Garzón por prevaricación con el único soporte del sindicato ultraderechista Manos Limpias y de Falange Española, pese a que en el pasado se mostró contrario a abrir y tramitar un procedimiento contando solo con la acusación de la acción popular. Además, el ministerio público exigió a Varela que archive este proceso por entender que el togado de la Audiencia no cometió ningún delito al investigar los crímenes del franquismo.

La fiscalía agotó ayer el plazo para presentar su escrito de acusación. En lugar de ello, remitió a Varela una nueva petición de sobreseimiento de la causa. Sin embargo, el magistrado parece decidido a juzgar a Garzón, hasta el punto de que ha reconducido los escritos de Falange y Manos Limpias para que se ajusten a los requisitos legales. El sindicato ultraderechista cumplió ayer el mandato del juez del alto tribunal y retiró de su dictamen las referencias que hizo a las matanzas de Paracuellos en 1936 y el plagio que había realizado del auto en el que Varela decidió seguir el proceso contra su colega de la Audiencia Nacional.

RETIRADA DE LA CAUSA En el escrito remitido ayer el fiscal solicita el archivo de la causa "al no ser los hechos constitutivos de delito". También exige a Varela que aplique a Garzón la llamada doctrina Botín , que estableció que no se puede juzgar a un imputado si solo lo piden acciones populares, es decir, si no hay víctimas del delito. Esa tesis fue corregida luego por el alto tribunal en la doctrina Atutxa , en la que dijo lo contrario.

Varela fue uno de los jueces que se opuso a este cambio de interpretación en un voto particular. El fiscal le cita varios de sus argumentos para instarle a que los secunde ahora. El instructor del caso Garzón sostuvo entonces que excluir a la acción popular de los procesos "es una decisión consciente del legislador" que "no es meramente arbitraria".

Por todos estos motivos, la fiscalía solicita al juez que no dicte auto de apertura de juicio oral contra Garzón. Sin embargo, fuentes fiscales expresaron ayer su escepticismo ante la respuesta de Varela, que no ha seguido ni una vez la posición del fiscal en este caso. La única posibilidad que tiene Garzón es que Varela ratifique su opinión de que los escritos de Manos Limpias y Falange son inadmisibles.

El Consejo General del Poder Judicial convocará un pleno extraordinario en cuanto Varela abra juicio contra Garzón para suspenderle. El presidente de este organismo, Carlos Dívar, ha suspendido un viaje previsto a Uruguay ante esta posibilidad. Las asociaciones de memoria his- tórica entregaron ayer 100.000 firmas de apoyo a Garzón y un manifiesto en el que piden que no se le suspenda.