La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó ayer al juez Pablo Ruz que prohíba el homenaje previsto para el sábado en el marco de las fiestas del barrio barcelonés de Gràcia para celebrar la excarcelación de la colaboradora del comando Barcelona Laura Riera. Para el ministerio público, este acto es una humillación para las víctimas y responde a las consignas de la banda. También busca "la adulación pública" de quienes cometen las acciones delictivas "desarrolladas en nombre de ETA".

El fiscal Marcelo de Azcárraga acusa a los organizadores de llevar a cabo sus actividades de "forma subrepticia", ya que no están "dados de alta en registro alguno" y realizan sus convocatorias a través de internet y cartelería. Estos grupos, Rescat y SAT, además, se crearon tras "la desarticulación y detención" en Cataluña "de comandos de ETA", según su dictamen.

Por ello, el ministerio público sostiene que dicho homenaje tiene por objeto "ensalzar" la pertenencia a ETA de Riera y mostrar "públicamente su acuerdo con la llamada lucha armada". Riera fue condenada a nueve años de cárcel en el 2004 por un delito de colaboración con ETA.

En esa época, la terrorista estaba vinculada al movimiento okupa y trabajaba en la sección de multas del Ayuntamiento de Terrassa (Barcelona), por lo que tenía acceso a la base de datos de la Dirección General de Tráfico. Aprovechando esta circunstancia, facilitó al comando Barcelona matrículas de vehículos oficiales y la del coche del concejal del PP en Viladecavalls Francisco Cano, asesinado en el 2000.