Juan Antonio Roca empieza a ver algo de luz tras confesar que pagó 73.800 euros al juez de instrucción de Marbella Francisco de Urquía a cambio de favores judiciales. El fiscal aceptó ayer su versión de que fueron Urquía y Arnaud Fabrice Albouhair quienes solicitaron dinero al exasesor de Urbanismo, por lo que rebaja su petición de cárcel para Roca de tres a un año al aplicar otra modalidad de cohecho y mantiene, en cambio, su petición de tres años para los otros dos imputados. La defensa del magistrado criticó que la única base sea una confesión sin ninguna otra prueba y sostuvo que la reducción de pena confirma un pacto con la fiscalía.

Después de tres intensos días de juicio, el caso quedó ayer visto para sentencia. La fiscalía reiteró su tesis de que las conversaciones grabadas --unas en las que Urquía asesora a Roca a través de Albouhair sobre un trámite judicial y otras en las que el exasesor media en la compra de la casa del juez-- "anulan cualquier duda", aunque el letrado de Roca pidió su nulidad al estimar que se obtuvieron "ilícitamente".

La fiscalía atribuyó el giro a la "valiente" declaración del presunto cerebro del caso Malaya , a "su deseo de decir la verdad y exculpar a su amigo Arnaud", dado que este y el juez fueron quienes le pidieron dinero. Por este motivo, aplica un cohecho con una pena más moderada por tratarse de la respuesta a una petición de funcionario público. Sin embargo, mantiene sus sospechas de que Roca sí quería establecer una continuada relación de favores con el juez, apuntando que el contrato de compra de la casa redactado por aquel "no beneficiaba a Urquía, sino a él mismo, que podía controlar así una serie de pagos".

La acusación del ministerio fiscal, que carga todo el peso sobre el juez imputado, gracias a la colaboración de Roca, fue criticada por la defensa de Urquía, para quien no hay ninguna prueba, más allá de la confesión del exasesor, de que recibió dinero. Tampoco vio ninguna lógica en que su defendido "se venda profesional y personalmente por una cantidad de dinero" no muy excesiva y que podía recabar rápidamente entre su familia.

El letrado recordó que no hay ninguna conversación grabada entre ambos, que nadie vio al juez pasar "nunca" por las oficinas de la empresa Maras y que Roca reconoció en charlas con Albouhair que los días en que supuestamente le entregó 73.800 euros en mano se encontraba fuera de la ciudad.