El fiscal solicitará al juez Fernando Grande-Marlaska que dicte el lunes auto de prisión contra Arnaldo Otegi por reiteración delictiva al seguir dirigiendo las actividades de la ilegalizada Batasuna, a pesar de que la formación política no puede actuar por tener suspendidas sus actividades durante dos años. Ello no fue óbice para que Otegi, retador, se considerara ayer un "interlocutor" necesario en el proceso de paz en Euskadi, proceso que quedaba cuestionado por las "nuevas imputaciones".

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, apeló a la coherencia del ministerio fiscal cuando recordó que la fiscalía ya pidió la prisión incondicional de Otegi en mayo cuando el juez le procesó por integración en banda armada.

LOS MISMOS DELITOS Fuentes fiscales han adelantado que el fiscal también alegará ante el juez que Otegi ha continuado ejerciendo sus actividades políticas tras su procesamiento al aprovecharse de la libertad bajo fianza de la que disfruta. Por ello, reclamarán que ingrese en la cárcel para que cese de dirigir las actividades de un partido ilegalizado. Además, esas fuentes recuerdan que el líder de Batasuna está pendiente de ser juzgado por enaltecimiento del terrorismo en homenajes a etarras.

Esas fuentes subrayan que la huelga general convocada por Batasuna el jueves tenía por objeto protestar contra la política penitenciaria de dispersión de presos. Por ello, fuentes fiscales subrayan que Otegi ha repetido su conducta al convocar y asistir a homenajes a presos de ETA.

Esas fuentes han explicado también que la fiscalía no reclamará la prisión para el secretario del sindicato LAB, Rafael Díez de Usabiaga; el líder de Ekin, Juan María Olano, y la abogada Arantza Zulueta.

El juez también ha citado como imputados a Pernando Barrena y Juan José Petrikorena. Los informes policiales sostienen que los seis dirigentes aberzales mantuvieron una reunión, el día anterior a la huelga, en la que llamaron a la participación. Por ello, el juez les imputa como inductores por los altercados producidos ese día y también les vincula con la colocación de cuatro artefactos explosivos por pensar que existió una coordinación entre ETA y Batasuna.

Por su parte, Otegi se autocalificó ayer como "interlocutor" necesario en un proceso de paz. El líder aberzale afirmó que las "nuevas imputaciones" ponen en cuestión la "credibilidad" del proceso de paz. Además, interpretó la decisión del juez como la "respuesta del Estado" a la jornada de huelga.

VATICINIO DE IBARRETXE Mientras, desde Chile, el lendakari Juan José ibarretxe vaticinó una negociación política en Euskadi, después de que ETA declare el fin de la violencia, en la que, aseguró, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero será uno de los interlocutores. Ese proceso negociador, que abordará el derecho de autodeterminación, concluirá, afirmó, con una "consulta democrática".