La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha abierto diligencias de investigación para determinar si los dos Mossos d’Esquadra y las otras dos personas que acompañaban al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, cuando fue detenido el domingo en Alemania, han podido incurrir en un delito de encubrimiento, tal y como ayer informó la Fiscalía General del Estado.

Se trata del empresario catalán Josep María Matamala, de un profesor y de los mossos Xabier Goicoechea Fernández (encuadrado en el servicio de escoltas del cuerpo) y Carlos de Pedro López. Estos dos últimos fueron denunciados ayer por la mañana por la Policía ante la fiscalía de la Audiencia Nacional. Además, los Mossos han abierto una información reservada relativa a ambos agentes, que se suma a la adelantada por este diario por el departamento de Interior que se dirigía a determinar si los agentes de seguridad que acompañaban a Puigdemont en Bélgica eran miembros del cuerpo.

RASTREO ELECTRÓNICO / Los agentes que seguían a Puigdemont rastrearon el móvil de uno de sus acompañantes, que tenía activado el geolocalizador. Otro móvil a bordo también tenía activa su conexión con satélite. Además, el coche del expresidente llevaba una geobaliza incorporada por los investigadores españoles en su camino de regreso a Bruselas desde Helsinki. Fuentes cercanas a la investigación han informado de que doce agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se ocuparon de vigilar a Puigdemont desde Bruselas hasta Helsinki, un trayecto que hizo en avión el pasado jueves.

Estos agentes fueron relevados después por investigadores de la Comisaría General de Información, que se ocuparon de vigilar al expresidente en su viaje de regreso a Bélgica en coche. De hecho, los investigadores siempre tuvieron controlado el coche, aseguran las mismas fuentes.

LA REBELIÓN / Por otro lado, las defensas de los 25 procesados por el Tribunal Supremo por el procés disponían hasta ayer para recurrir ante el juez Pablo Llarena el auto en el que se les formaliza la imputación por rebelión, malversación o desobediencia. Y no han querido desaprovechar esa bala, imprescindible para poder luego impugnar ante la Sala de Apelaciones del alto tribunal. Tanto la expresidenta del Parlament Carme Forcadell como el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y el exconsejero Raül Romeva coindicen en sus impugnaciones respectivas en negar la existencia de cualquier tipo de violencia, requisito imprescindible para el delito de rebelión.

También coinciden en negar la competencia del Supremo para investigar unos supuestos delitos cometidos en Cataluña.