La fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) reclamó ayer a los Mossos d´Esquadra un informe sobre el acto de las juventudes republicanas en el que participó el diputado de ERC Joan Tardà, el sábado, para determinar si su grito de "¡muera el Borbón!" y sus críticas al Tribunal Constitucional son constitutivos de delito.

Fuentes de la Fiscalía General del Estado explicaron que el titular de este organismo, Cándido Conde-Pumpido, confió la tarea a la fiscalía catalana porque es la que mejor relación tiene con los Mossos. Pero fuentes oficiosas de este organismo aclararon que la fiscalía considera que las palabras de Tardà no son delictivas y se eligió al tribunal que tiene menos posibilidades de abrir diligencias, ya que la competencia sería del Supremo por la condición de aforado del diputado republicano.

Fuentes jurídicas han recordado que los parlamentarios tienen "un espacio mayor de libertad de expresión", hasta el punto de que, si esas palabras las hubiera dicho en la Cámara, no serían perseguibles jurídicamente. Sostienen que ambas se encuadran en una crítica política y que Tardà no desea la muerte física del Rey, sino que su grito es una defensa, acertada o no, de la República.

En el caso de que la fiscalía del TSJC abra diligencias tendrá que elevar una exposición al Supremo, porque es la instancia encargada de actuar. Y, antes de instruir una causa, deberá pedir un suplicatorio para que le sea levantada la inmunidad parlamentaria.

CRITICA DEL PSOE En el plano político, el PSOE corrigió al alza la atemperada reacción que representaron los paños calientes aplicados al republicano por el presidente del Congreso, José Bono. El propio Bono precisó ayer que los ataques "gratuitos e injustos" del diputado refuerzan el valor de la Monarquía. Más contundente fue el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, que instó a Tardà a pedir perdón.