El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, decidió ayer dar por buena la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco de archivar el proceso contra el presidente del Parlamento de Vitoria, Juan María Atutxa, y otros cinco parlamentarios, por un delito de desobediencia al Tribunal Supremo, que había ordenado disolver el grupo parlamentario de Batasuna. La fiscalía sí se querellará contra tres dirigentes de Batasuna --Arnaldo Otegi entre ellos-- por protagonizar un mitin en San Sebastián.

En relación al caso Atutxa, la fiscalía general explica que la investigación no ha permitido acreditar de manera "expresa, clara y terminante" la comisión de delito. Para el fiscal, se intentó cumplir el mandato del Supremo, pero no se pudo ejecutar al no ser aprobada la disolución del grupo por la Junta de Portavoces de la Cámara vasca.

La fiscalía ha decidido querellarse contra los dirigentes de Batasuna Otegi, Joseba Permach y Joseba Alvarez por el acto del 14 de noviembre en San Sebastián para presentar la propuesta política de esa formación. El fiscal les imputa los delitos de reunión ilegal y enaltecimiento del terrorismo. También actuará contra determinados ayuntamientos vascos denunciados por incumplimiento de la ley de partidos. Y anuncia que impedirá que los "herederos" concurran a las elecciones vascas. M. B.