El fiscal de la Audiencia Nacional Juan Moral solicita entre 22 y 32 años de cárcel para los 11 paquistanís detenidos en septiembre del 2004 en Barcelona acusados de contribuir a la financiación de Al Qaeda y de planificar varios atentados contra algunos edificios e instalaciones singulares de la ciudad.

El escrito de la acusación pública, dado a conocer ayer, culpa a todos ellos de pertenecer al grupo terrorista Sunni Terik, con la intención de contribuir a la "yihad mundial" y así alterar "gravemente" la paz pública.

Concretamente, el ministerio público acusa a tres de ellos, Mohammad Afzaal, Shazad Ali Gujar y Aslam Chudhry, de "planear la comisión de una acción terrorista" contra las Torres Mapfre y el centro comercial Maremágnum de Barcelona, según se desprende de los vídeos y los planos encontrados en los registros domiciliarios.

Moral, que cree que este atentado "hubiera producido gravísimas consecuencias", solicita para ellos una pena de 32 años de prisión. De esta sanción, seis años se corresponden a un delito de blanqueo de capitales. Fuentes jurídicas afirmaron que es la primera vez que se imputa a una célula terrorista islamista este delito.