La fiscalía admitió ayer que la policía marroquí ha podido cometer un delito de lesa humanidad al desmantelar el campamento de los saharauis en El Aaiún el pasado 8 de noviembre, pero insta al juez a que confirme que Marruecos ha abierto una investigación por estos hechos antes de admitir la querella presentada por la Liga Española Pro Derechos Humanos y por el hermano del ciudadano español que falleció en los incidentes.

El fiscal sostiene que la actuación policial se dirigió "contra un colectivo muy determinado asentado en una localización concreta" y que dicho colectivo "reúne los requisitos para ser considerado grupo nacional o étnico". Ese reconocimiento, añade la fiscalía, le fue concedido por la ONU en una sesión celebrada en julio del 2003. Además, el ministerio público asegura que el desmantelamiento del campo "no tenía otra finalidad" que su supresión "sin que se aprecien otras motivaciones".

A pesar de ello, la fiscalía pide al juez Ismael Moreno que aplace su decisión de admitir o rechazar las querellas hasta que Marruecos confirme que ha abierto una investigación por estos hechos después de que el ministro del Interior marroquí, Taib Cherkaui, informara de la apertura del proceso judicial en su reciente visita a España.

LAS LIMITACIONES El fiscal justifica su posición por la reciente reforma de la ley de jurisdicción internacional que limitó la actuación de la justicia española en delitos contra la humanidad a que hubiera víctimas españolas, a que los presuntos culpables estuvieran en territorio español y a que el país donde se perpetró el delito no investigue los hechos. El ministerio público admite que en este caso se cumple una de las premisas, la muerte de un ciudadano español, Baby Handay Buyema, atropellado "de forma consciente por un furgón policial" cuando se dirigía a su trabajo, según consta en las querellas presentadas.

Además, el ministerio público no descarta "la existencia de otras víctimas de nacionalidad española" ante la "falta de información sobre el número y la identidad de las víctimas" y la especial "relación del pueblo saharaui con la nación española".