Coalición sí, coalición no. Las discusiones entre el PSOE y Unidas Podemos para formar Gobierno tras las pasadas elecciones giraron en torno a esa eje. Y el bloqueo que provocó esta repetición electoral, también. Aun así, Pablo Iglesias no se da por vencido y no para de repetir que "las cosas no siempre salen bien a la primera, que hay que saber perseverar". Por ello, el candidato morado insiste a sus votante que es necesario revalidar los resultados que obtuvieron en las urnas hace seis meses para forzar a Pedro Sánchez a pactar un Ejecutivo bicolor.

Tras el fracaso negociador y con la aparición de Íñigo Errejón, todo parecía apuntar a que Iglesias iba a sufrir un descalabro en el 10-N. No obstante, las últimas encuestas dan al líder de Podemos cerca de los 35 escaños. Perdería siete diputados pero demostraría tener unas bases solidas. Además, con estos números y su buen hacer durante las campañas, Iglesias confía en poder mantener el pulso al jefe del Ejecutivo y obligarle a mirar hacia su izquierda: "Si estamos fuertes, impediremos ese pacto de PSOE y PP y los socialistas asumirán el gobierno de coalición".

Su política económica ante la posible recesión que se acerca -"recortes por arriba y no por abajo"- será uno de los ejes en los que Iglesias estructure su campaña y donde, previsiblemente, más duro sea en el debate electoral. Una cita que les dio muchos votos en los anteriores comicios y que ahora esperan con ansia.