El plan Galicia no ha sido el dardo más envenenado que se han lanzado los candidatos a la Xunta. Fraga es el que más lo ha intentado. En un mitin recurrió a temas escatológicos y acusó a la ministra Magdalena Alvarez de hablar "de un plan Galicia de mierda". Y añadió: "Se la van a comer ellos, porque nosotros lo haremos".

Touriño, el aspirante socialista, sabe que la patata caliente ahora la tiene Zapatero, quien debe lidiar con el presupuesto. Touriño explota la idea de que mejorar las infraestructuras será difícil si tras el 19-J sigue un partido dispuesto a la confrontación con el Gobierno central. Ofrece, por contra, una "leal colaboración con Zapatero", pero anteponiendo los intereses gallegos.