La policía francesa se incautó ayer de unos 400 kilos de explosivos --suficientes para 20 coches bomba-- tras la detención de tres presuntos miembros del aparato logístico de ETA en Cahors, al norte de Toulouse. Además del explosivo se han intervenido armas y una troqueladora para fabricar placas de matrículas.

Los arrestados, que se encargaban de proporcionar material, vehículos y placas de matrícula falsas a los comandos de ETA, son Cándido Sagarzazu Gómez, exconcejal de EH, huido desde el 2000 y condenado en rebeldía a cinco años por colaboración con el comando Donosti ; José Miguel Illarramendi Zabaleta, un veterano etarra que a primeros de los 90 huyó a Latinoamérica y que regresó a Francia en 1999, y Claude Recart, francés de Bayona sin antecedentes.

Cuando la policía entró en la casa, los detenidos iban armados pero no se resistieron. El explosivo hallado es cloratita, sustancia que ETA ha usado en los últimos coches bomba. Mientras, el presunto etarra del comando Madrid Rufino Arriaga, llegó ayer a España extraditado por Francia para ser juzgado.