Nunca jamás he dicho que haya un solo indicio que relacione a ETA con el 11-M". Así de rotundo se mostró ayer ante el tribunal el comisario Enrique García Castaño, jefe de la unidad central de apoyo informativo (UCAO) en el momento de los atentados, a quien el exdirector general de la Policía Agustín Díaz de Mera identificó a comienzos de abril como la supuesta fuente que le habló de un informe que vinculaba a la banda con la masacre. Según García Castaño, el hoy eurodiputado del PP le pidió sin éxito que se presentara de modo voluntario como su fuente, apelando a su amistad, y le confesó estar bajo "presiones políticas".

Contó el agente que Díaz de Mera lo llamó el 28 de marzo tras su polémica comparecencia ante el tribunal, en la que su negativa a revelar la supuesta fuente le acarreó una multa de 1.000 euros y la imputación de un delito de desobediencia grave a la justicia. "Me pidió que lo ayudara, pero yo le dije que no podía entrar en ese juego, porque soy funcionario policial", contó.

NUEVA TENTATIVA Al día siguiente, dijo, De Mera lo llamó de nuevo y le insistió en que se presentara como su informante. "Le contesté que me negaba en absoluto", narró. Esa conversación fue, dijo, "más tensa". El 1 de abril, el eurodiputado envió una carta al presidente del tribunal en la que señalaba a García Castaño como su informante.

El excomisario de la UCAO relató que es amigo del exdirector de la policía "desde hace muchos años" y que este le pedía con frecuencia asesoramiento. El 12 de marzo del 2004, le recabó como de costumbre su punto de vista. "Yo le dije que no había pruebas ni indicios que dirigieran la investigación hacia ETA", contó el agente, uno de los que tiene más experiencia en la lucha contra el terrorismo etarra.

"¿Y él qué le dijo?", inquirió el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza. García Castaño respondió: "Me dijo que tiraramos para adelante fuere lo que fuese y opinaran lo que opinasen otras personas". "¿A qué otras personas se refería?", dijo el fiscal. "No creo que fueran funcionarios", respondió, dando a entender que desde el Gobierno de José María Aznar existía el interés de mantener viva la hipótesis de la autoría etarra.

SORPRESA El excomisario de la UCAO contó que en sus sucesivas charlas con De Mera le aseguró que no existían conexiones entre ETA y el 11-M. Por eso, dijo, le sorprendió que el eurodiputado hablara en la COPE, en septiembre pasado, sobre la existencia de un supuesto informe que establecía dichos vínculos. Díaz de Mera manifestó entonces que el documento, elaborado en diciembre del 2005 y ya bajo mandato socialista, no gustó al entonces comisario general de información, Telesforo Rubio, que ordenó modificarlo por completo de modo que se eliminara cualquier vinculación etarra.

El fiscal preguntó a García Castaño si habló con el exdirector de la policía tras sus declaraciones a la emisora. "Hablé con él varias veces. Yo le aseguraba: ´Agustín, no hay ni por asomo ninguna relación de ETA con el 11-M. No puede haber ningún informe roto o manipulado, porque no hay ninguna relación´", respondió el excomisario.

García Castaño contó que, en las conversaciones que mantuvieron el 28 y el 29 de marzo pasado, le dijo a Díaz de Mera que el informe al que había hecho referencia sí existía y estaba incorporado al sumario. Pero el documento desmonta una por una las hipótesis sobre posibles lazos entre las dos partes.

El agente señaló, además, que ETA aconseja "históricamente" a sus presos que no establezcan nexos con reclusos de otras organizaciones. La dirección etarra, explicó, cree que esos grupos no son "fiables".