Entre los 800 presos que forman la población circulante de la cárcel madrileña de Valdemoro, ya no viven solo los procesados por la Gürtel Francisco Correa y Álvaro el bigotes. También las chinches.

Técnicos de una empresa especialista en prevención de plagas evaluaron ayer la situación en el centro penitenciario Madrid III, uno de los más nuevos del Estado, después de que varios funcionarios se hayan quejado de una infestación de ese pequeño insecto.

Una trabajadora de Instituciones Penitenciarias con puesto en el módulo 8 de esa prisión dio la primera alarma el pasado sábado 6. El 30 de junio había estado trabajando en ese módulo y, al final de su turno, percibió ronchas y señales de picaduras en sus piernas y espalda. Acudió al médico de familia, que le confirmó que se trata de picaduras de ese insecto.

Otros tres funcionarios han presentado parecida sintomatología tras pasar turnos diversos en el mismo módulo, también en el 9 y en sus depedencias aledañas. Entre el creciente número de afectados, uno de ellos ha tenido que proceder al fumigado de su casa, según ACAIP-UGT, CSIF y CCOO, que han presentado una queja ante la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. El Ministerio del Interior confirma haber recibido el comunicado.