La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) es una organización apolítica de carácter benéfico asistencial que fue constituida en el año 1981, con el objeto de socorrer a todas las víctimas del terrorismo del abandono y marginación del Estado, así como de muchos sectores de la sociedad española. Los impulsores de esta asociación fueron tres mujeres que habían padecido el fenómeno terrorista, entre las cuales se encontraba la actual presidenta de la AVT, Sonsoles Alvarez de Toledo. El papel de la asociación ha sido imprescindible para la consecución de importantes medidas políticas, sociales, y judiciales que han permitido mejorar, sustancialmente, la situación de las víctimas. Además, ha contribuido a despertar una gran sensibilidad hacia los que sufren la barbarie terrorista. Los socios que aglutina la AVT son víctimas directas del terrorismo, entendiéndose como tales, los heridos que han sobrevivido a los atentados sufridos; o bien la viuda o viudo en caso de haber resultado asesinado su cónyuge, o el familiar más inmediato en el supuesto de que la víctima fuese soltero: padres, hermanos... Actualmente, el total de la población atendida por la AVT supera las 6.000 personas. En este sentido, dado el incremento de asociados, y con el fin de atender sus necesidades de la mejor manera posible, la Asociación dispone de delegaciones territoriales en Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Levante, Navarra y País Vasco.

La AVT es una organización apolítica de carácter benéfico asistencial cuyo ámbito de acción abarca todo el territorio nacional. Entre sus fines se encuentran: aunar a las familias víctimas del terrorismo para, de una forma colectiva, reivindicar derechos y reclamar justicia. También prestar la ayuda necesaria, ya sea moral o material, a todo aquel que lo necesite y haya sido víctima, él o alguno de sus familiares, de la acción terrorista en cualquiera de sus formas o manifestaciones. Colabora y coopera con todas las actividades que redunden en beneficio moral o material de las víctimas del terrorismo. Realiza cuantos actos públicos, seminarios, conferencias y demás actividades permitidas por las leyes, que contribuyan a fomentar la solidaridad hacia las víctimas.