El recurso del Gobierno al Tribunal Constitucional para suspender el debate del ´plan Ibarretxe´ en el Parlamento supone el triunfo de los defensores de la vía judicial frente a la política. Al tribunal se le encomienda una difícil tarea: prohibir un debate parlamentario. Así, muchos vascos van a entender que todo es inamovible. Y, por otra parte, encendidas ya todas las alarmas del Estado, no hay marcha atrás posible. ¿Y después, qué? ¿Cómo se volverá a la política?