Los ministros de Interior del G-5 decidieron ayer en Granada poner en marcha una red de puntos nacionales de contacto para intercambiar información sobre el terrorismo internacional. "El acuerdo se aplicará de inmediato", dijo Dominique de Villepin, quien respaldó la propuesta de José Antonio Alonso de crear un sistema de alerta rápida contra el robo de explosivos y de sustancias nucleares, radiológicas y biológicas. También se planteó la vigilancia de internet.

La cumbre del G-5 ofreció resultados prácticos, como deseaba el ministro español, quien calificó el encuentro de "satisfactorio, fructífero y pragmático". El primer avance es la implantación de la red de intercambio de información sobre terrorismo internacional según el "principio de disponibilidad". Este precepto obliga a España, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia a facilitar datos sobre huellas, identidades, ADN y otras. La información que compartirán las policías del G-5 incluirá datos sobre las actividades y personas a las que se relaciona con el terrorismo.

"Tenemos que prevenir los atentados y saber dónde se está cociendo algo", dijo el alemán Otto Schilly al respaldar la creación de la red de intercambio de datos, que, según Villepin, incluirá "listados de yihadistas". El británico Clarke asistía por primera vez a este foro, considerado como el "motor de seguridad" de la Unión Europea (UE) y no puso reparos a la propuesta.

ALERTA RAPIDA Alonso logró también implantar un sistema de alerta rápida de robo, desapariciones o situaciones de falta de control de explosivos, armas y sustancias nucleares, radiológicas, biológicas o químicas utilizables en atentados. El sistema estará constituido por una red de puntos de contacto en cada país y permitirá transmitir y recibir la información lo más rápidamente posible. Francia ya cuenta con una oficina de control y España, con un grupo especializado de la Guardia Civil.

La tercera decisión, en la que insistió especialmente Alemania fue la creación de un grupo técnico de trabajo con el fin de vigilar y controlar el uso de internet por el terrorismo internacional y las redes del crimen organizado. El alemán Schilly puso el dedo en la llaga cuando denunció: "Las telecomunicaciones y especialmente internet están siendo utilizadas como herramienta de comunicación y propaganda de los terroristas; lo vimos con los atentados del 11-M y tenemos que evitar la ligereza del pasado". Su propuesta pasa por obligar a las empresas de telecomunicaciones a almacenar los datos y los titulares de los dominios al menos durante un año.

LISTAS DE VIAJEROS Los ministros también abordaron la implantación del sistema de control de pasajeros de modo que los países de destino reciban los listados de viajeros antes de que aterricen los aviones y puedan detectar a criminales, terroristas e inmigrantes irregulares.