El exalcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón y el exjefe de la Casa Real Fernando Almansa componen la lista de diez testigos que declaran la mañana de este jueves ante el tribunal del'caso Nóos' sobre el desvío de fondos a las empresas de Iñaki Urdangarin y el socio de este, Diego Torres.

El exministro de justicia comparece en el juicio a propuesta del sindicato Manos Limpias después de que el tribunal de Palma decidiera mantenerlo en el proceso. Gallardón ha sido interrogado por las relaciones de la Fundación Madrid-16 con la trama supuestamente dirigida por Urdangarin y su socio. La entidad encargada de diseñar la candidatura olímpica pagó, en la etapa de Gallardón como alcalde, 140.000 euros al duque y su socio por trabajos de los que no hay ni rastro.

LA RETRIBUCIÓN DE URDANGARIN

El exalcalde de Madrid ha asegurado que el patronato de Madrid 2016 no fue informado de la existencia de un convenio con Iñaki Urdangarin ni de que percibiera una retribución por colaborar con la candidatura.

En su declaración como testigo, el que fuera presidente del patronato de la Fundación Madrid 2016 ha afirmado que Urdangarin colaboró con la candidatura, como lo hicieron otros miembros de la familia real, y ha explicado: "En el patronato no sabíamos que había una retribución acordada con una fundación en la que participaba el señor Urdangarin".

DESINFORMACIÓN

Gallardón ha asegurado durante la declaración que nadie le informó del convenio suscrito por la fundación Madrid 16 con la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), considerada sucesora del Instituto Nóos.

"El patronato de Madrid 16 no fue informado del convenio ni yo tuve la información a nivel individual", ha incidido el testigo, quien sobre las facturas que a lo largo de dos años libró Madrid 16 a la FDCIS por un importe total de hasta 140.000 euros tampoco tuvo conocimiento. "Si no conocíamos el convenio, difícilmente se podía tener conocimiento de las partidas", ha espetado.

Preguntado por la abogada que representa a Manos Limpias en el juicio del caso Nóos, Virginia López Negrete, quien propuso el testimonio de Gallardón, ha manifestado desconocer quién adoptó las decisiones sobre el convenio. "Las funciones del patronato eran las de impulsar la candidatura olímpica de Madrid, por lo que sus miembros tenían plena libertad para adoptar las decisiones oportunas al respecto", ha subrayado. De hecho, ha recalcado que así pudo actuar, con "plena libertad", la exconsejera delegada de Madrid 16 Mercedes Coghen, única acusada en la vista oral por estos hechos. "No sabíamos que había una retribución acordada con la FDCIS, eso era responsabilidad exclusiva de los miembros de la candidatura", ha insistido.

También están citados el expresidente del Consejo Superior de Deportes Jaime Lissavetzky, el exjefe de la Casa Real Fernando De Almansa, ambos propuestos por la defensa de Urdangarin, el exconcejal del Ayuntamiento de Valencia Vicente Inglada; la diputada en el Congreso y exconcejal socialista Ana Botella Gómez; el exregidor del Consistorio de Valencia Salvador Broseta, y la exdirectora de Comunicación de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) Rocío Casanova.

EL CASO 'AGUAS DE VALENCIA'

Un testigo que ha definido su relación con Iñaki Urdangarin como de "profunda amistad" ha asumido hoy el cobro de los 375.000 euros que ingresó Aguas de Valencia en una cuenta de un banco suizo por unos servicios de búsqueda de proyectos que la empresa pública encargó al marido de la infanta.

El pasado día 5 el presidente de Aguas de Valencia (Agval), Eugenio Calabuig, declaró ante el tribunal que juzga el 'caso Nóos' que su sociedad contrató a Urdangarin para la identificación de posibles proyectos en el extranjero a través de una empresa intermediaria de la que era titular el presunto testaferro Robert Cockx, un trabajo en el que también intervenía el testigo que ha declarado hoy, José María Treviño.

Sin embargo, Treviño ha manifestado en su comparecencia que la intervención de Urdangarin en este contrato fue la de mero intermediario, puesto que le presentó a él a los directivos de Agval.

Su presencia en la reunión en la que se pactó el contrato resultaba un aval para Treviño, pero el marido de la infanta Cristina "no tenía que recibir nada" por esta actuación. "Nunca me ha pedido absolutamente nada ni le he pagado nada", ha dicho sobre su amigo, al que ha desvinculado por completo de la decisión de utilizar a una empresa ajena radicada en Irlanda y con cuenta en Suiza para contratar con Agval.