Uno de los enigmas de la manifestación de ayer era qué iba a suceder con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, contra quien el periodista de la COPE Federico Jiménez Losantos había soliviantado los ánimos de parte de la derecha más recalcitrante. El alcalde fue recibido entre abucheos y aplausos, y gritos de "¡Fuera, Gallardón!" y "¡Gallardón, vete a Prisa".

Jiménez Losantos lo había acusado de "traidor, siniestro, bandido, lacayo del Gobierno y caradura" por su falta de beligerancia contra Zapatero y de acudir a la marcha "a provocar" una agresión como la del exministro de Defensa José Bono en una concentración anterior. Sin embargo, los apoyos que en las últimas horas recibió Gallardón desde su partido --entre ellos los de Mariano Rajoy y Ana Botella-- contribuyeron a sosegar los ánimos de las huestes más enardecidas del PP. El alcalde ha anunciado que interpondrá una querella judicial contra Losantos.