Un pastelero de la ciudad de las galletas, Aguilar de Campoo (Palencia), Rafael Alonso, El Zamorano, ha sabido sacarle partido a los chascarrillos políticos. Durante la campaña electoral tuvo un momento de lucidez que puede solucionarle la vida. El obrador y militante socialista ideó unas pastas con la forma angulosa de las cejas de José Luis Rodríguez Zapatero para gastar una broma a sus compañeros en la noche electoral, y su invento ha tenido un éxito fulgurante.

Las pastas son de hojaldre y llevan glasa real (azúcar con clara de huevo) y chocolate amargo por encima con el propósito de recrear, según su creador, la pasada legislatura de Zapatero. "La glasa real refleja los momentos dulces y el chocolate la amargura que le ha hecho pasar ETA", explica. El pastelero, además, ideó el envase: una caja con la caricatura del presidente con las cejas muy marcadas, y el lema Un placer con talante. Con tales ingredientes, desde la misma noche electoral, las pastas "han sido una verdadera revolución", afirma el obrador.

1.300 ´cejas´ al día

Alonso vende una cantidad de 1.300 cejas al día (en cajas de 300 gramos, a 4,25 euros cada una) y no comercializa más porque no da abasto: "Me ayudan mi mujer y mi hijo, y nada más terminar de empaquetarlas las tengo vendidas. Hay tanta demanda que, a los que llegan los últimos, les tengo que decir que hasta el día siguiente no hay más. Me da bastante pena".

Y es que Alonso es un artesano. Se caracteriza por elaborar la última galleta a mano que se realiza en Aguilar, municipio famoso por sus industrias galleteras. Y, pese al éxito de las pastas con talante, no se plantea elaborarlas en cadena. Su principio es hacer todo en familia. Solo ha encargado a un dibujante una caricatura de Zapatero "para no tener que usar una obtenida de internet", y, a una fábrica, unas 2.000 cajas, aunque prevé que la cifra se quedará corta.

Ha recibido peticiones de multitud de federaciones socialistas y en Semana Santa acudieron a su tienda personas procedentes de todo el territorio nacional. Además ha enviado una caja a la Moncloa y, según la carta que ha recibido del presidente, las pastas han gustado mucho a la familia de Rodríguez Zapatero. "El presidente me anima al final de la carta a vender muchas pastas ZP", explica orgulloso el pastelero.

A pesar del triunfo, Alonso es consciente de que su éxito puede ser coyuntural. "Quizá dure toda la legislatura, pero no sé si más", dice. De momento, en lugar de frotarse las manos con codicia, el pastelero confiesa que le da "miedo" que llegue el próximo verano. Piensa que Aguilar de Campoo, como de costumbre, se llenará de turistas y que él se verá desbordado por la demanda de sus ya famosas pastas.