Punto final. El juez Baltasar Garzón renunció ayer a seguir investigando los crímenes del franquismo y se inhibió a favor de los jueces territoriales para que controlen la exhumación de las fosas comunes de la guerra civil. El juez aclara que inició el proceso en nombre de la humanidad y de todos aquellos que han dado su vida para defender "lo que llamamos civilización".

El magistrado admite que no es competente para investigar estos hechos al declarar la extinción de la responsabilidad penal de Francisco Franco y de 44 de sus colaboradores por fallecimiento. El juez de la Audiencia les acusa de haber ideado "un plan sistemático de eliminación de oponentes políticos" mediante muertes, torturas, exilio y desapariciones forzadas.

Además, explica que se ha enfrentado a "un reto único e insoslayable: 70 años de olvido". Y aclara que más allá de la "responsabilidad moral" tiene la obligación constitucional de investigar estos crímenes porque la ley de memoria histórica "no puede ocupar" el papel del poder judicial.

Por ello, reivindica la "verdad judicial" al considerar que es preciso que los crímenes de la dictadura "sean calificados como delito o no" y que sus autores sean considerados como "presuntos delincuentes". Esta declaración, a su juicio, es exigida "no solo por las víctimas", sino por "la comunidad internacional entera". Y entiende que "ni el Estado autoritario y fascista ni el actual, el democrático" pueden evitar este pronunciamiento, ya que "el único titular afectado es la humanidad".

El juez Garzón admite que esta tesis puede resultar "graciosa o poco interesante" para algunos, pero reivindica la esencia de lo que se conoce como "civilización y su evolución". Y recuerda que para conseguir dicha civilización "se han entregado muchas vidas". Por ello, rechaza que el franquismo sea considerado como una actividad de represión política. "Las víctimas --razona el magistrado-- no se merecen una resolución que desconozca sus derechos ni la escenificación que cínicamente se está haciendo desde algunos sectores con una frivolidad difícil de calificar".

REPROCHE AL FISCAL El magistrado también replica a la actuación del fiscal jefe, Javier Zaragoza, que ha combatido con todas las armas procesales este caso y ha logrado que el pleno de la sala penal paralice la exhumación de las fosas comunes. Garzón cuestiona "el ardor por la pureza procesal" del fiscal y le recuerda --"ante la dimensión social del tema"-- que él no buscó esta investigación, sino que llegó a su juzgado por el turno de reparto.

También le afea que le haya acusado de abrir una causa general al franquismo. "Es desconcertante --dice-- que haya acusado a este instructor de actuar con prejuicios (...) buscando el resultado preconcebido, todo ello aderezado con un supuesto abuso de derecho y mala fe".

Ahora, el pleno de la sala penal tendrá que autorizar las exhumaciones --que había paralizado-- y dejará sin resolver el recurso del fiscal sobre la competencia de Garzón. Por su parte, el juez remitirá su investigación a 21 juzgados y a siete decanatos donde han sido localizadas las fosas comunes.