El juez Baltasar Garzón impuso ayer una fianza de 12.000 euros (dos millones de pesetas) a 18 dirigentes de Batasuna por un delito de integración en banda armada. El magistrado les dio un plazo de 48 horas para depositar esa cantidad y les advirtió que si no pagan irán a la cárcel. Además, les obligó a comparecer todos los viernes en un juzgado.

El juez les notificó ayer que habían sido imputados en el sumario en el que suspendió las actividades de Batasuna por actuar como "delegados o enlaces" de la banda terrorista ETA. Los dirigentes de la formación radical emplearon el mismo alegato en sus comparecencias individuales ante el juez: negaron pertenecer o recibir instrucciones de la banda y aseguraron que sus actividades sólo son políticas.

DESVINCULADO

El único dirigente que se desmarcó de esa posición fue José Antonio Egido quien explicó que se desvinculó de Batasuna en 1991 porque todas sus tesis eran "derrotadas" en la formación política. Sus explicaciones convencieron al juez, que se limitó a imponerle una comparecencia todos los viernes en un juzgado, pero le eximió de pagar fianza.

El fiscal Enrique Molina pidió comparecencias semanales de los imputados en el juzgado. El abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Pedro Cerracín, reclamó fianza de 12.000 euros a cada dirigente.

El juez aceptó la petición de la Asociación Víctimas del Terrorismo por ser "mesurada" y justificó la medida por entender que "la responsabilidad de estas personas, a lo largo del tiempo, en las diferentes mesas nacionales o de representación de la coalición les hacen merecedores de una medida grave sobre su situación".

El juez Baltasar Garzón asegura también que los imputados "lejos de ser ajenos a la actividad criminal investigada como pretenden, y lejos de desconocer el funcionamiento frentista del complejo terrorista ETA, siguen en él". Y afirma que los dirigentes de Batasuna no acatan las resoluciones judiciales que han ilegalizado las organizaciones que forman parte de la estructura de ETA, ya que continúan desempeñando sus actividades ilícitas.

Joseba Urquijo no compareció ante el juez. Este dirigente de Batasuna está ilocalizable tras saberse que fue confidente del expolicía José Amedo, condenado por su relación con el GAL.

Mientras, la jornada de huelga convocada ayer por Batasuna se saldó con incidentes y siete detenidos por desorden público, aunque tuvo un seguimiento muy limitado. La convocatoria incluía manifestaciones y dos paros.