Más de lo mismo. ETA necesita recuperar el espacio perdido en las instituciones y ha recurrido a veteranos dirigentes de la ilegalizada Batasuna como Arnaldo Otegi y Rafael Díaz de Usabiaga para presentar un nuevo proyecto político, según el auto de prisión firmado por Baltasar Garzón. El magistrado encarceló ayer a estos dirigentes y a otras tres personas, dictó prisión eludible bajo fianza para otros tres y liberó a dos. El juez les imputa un delito de integración en organización terrorista.

En la resolución se explica que ETA puso en marcha el pasado mes de abril su estrategia independentista Baterantz , que buscaba "conseguir una mayoría social y política", según consta en un documento intervenido a Ekaitz Sirvente, detenido en Francia. Sin embargo, a juicio de Garzón, esta "apuesta política" no se iba a iniciar "por las vías políticas institucionales y democráticas, sino que los obstáculos serían superados mediante las bombas y no por los votos".

Al frente de esta estrategia se colocó Otegi, al que Díaz de Usabiaga escondía bajo el alias de Ronaldinho en las cartas que remitía a presos de ETA para informales de esta iniciativa. Además, Garzón acusa al exportavoz de Batasuna de intentar "conseguir treguas encubiertas" para Euskadi "de acciones de ETA" con el fin de "facilitar los contactos y aproximaciones con formaciones o agentes políticos y sociales soberanistas o independentistas contrarios a la violencia".

LOS DATOS El magistrado subraya que la banda terrorista no ha atentado en el País Vasco entre abril y junio del 2009, aunque después asesinó el 19 de junio al inspector de policía Eduardo Puelles en Arrigorriaga (Vizcaya). Y es que para el juez, esta estrategia que se presentaba bajo el nombre de Bateragune (punto de encuentro) es "una operación de engaño o enredo" en la que la banda criminal pensaba alternar "periodos de desactivación de la violencia terrorista" con otro de uso de las armas.

Garzón acusa a Otegi, Díaz de Usabiaga, Miren Zabaleta, Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto de formar parte de Bateragune. Asimismo, acordó la libertad bajo fianza de 10.000 euros para José Luis Moreno, José Manuel Serra y Amaia Esnal, y dejó en libertad sin cargos a Rufino Etxebarría y Ainara Oiz.