El juez español Baltasar Garzón ha lamentado que tras la polémica legal surgida sobre la investigación de delitos cometidos bajo el régimen franquista (1939-1975), España "ha perdido de forma gratuita" la posición que había logrado en materia de defensa de los Derechos Humanos con los juicios contra represores de terceros países.

Garzón ha lanzado en Buenos Aires un alegato en favor de la aplicación de la Justicia Universal y de la lucha contra el olvido durante un emotivo homenaje patrocinado por organizaciones de Derechos Humanos de Argentina.

"La Justicia Universal debe equilibrar, proteger y fortalecer la democracia en cada uno de nuestros países", ha manifestado durante una breve intervención en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor centro de detenciones clandestinas de la dictadura argentina (1976-1983), donde ha recibido el homenaje, según informa Efe.

El juez, que ha evitado referirse explícitamente a su suspensión como magistrado de la Audiencia Nacional tras su intento de investigar los crímenes del franquismo, ha apuntó que, durante años, España ha vivido "la ley del silencio, de la impunidad" bajo la dictadura, y la democracia abrió cauces pero "con un olvido permanente de las víctimas".

"CONSTRUIR UN PAÍS SOBRE EL OLVIDO"

"No puede un país construirse sobre el olvido, la falta de memoria, sobre el reconocimiento de aquello que ha marcado su historia", ha afirmado.

Garzón ha insistido en que las víctimas "merecen una respuesta, una protección que se debe dar desde la Justicia" y ha lamentado que tras la polémica legal surgida sobre la investigación de delitos cometidos bajo el régimen franquista (1939-1975), España "ha perdido de forma gratuita" la posición que había logrado en materia de defensa de los Derechos Humanos con los juicios contra represores de terceros países.

"Es triste que en países como España, en los últimos años, con nocturnidad y alevosía, se haya producido un regreso muy fuerte" en lo referido al concepto de Justicia Universal, ha agregado el juez, que ha dicho sentirse "bien tranquilo" con su actuación como magistrado.

Finalmente, ha advertido de que "no podemos volver atrás, no debemos volver atrás" en la aplicación de la Justicia a crímenes de lesa humanidad, porque "las víctimas no merecen una segunda negación".