El juez Baltasar Garzón ordenó ayer la detención en París (Francia) del veterano miembro de ETA Miguel María Ibáñez, que fue juzgado y absuelto en España por otro asesinato en 1995. Uruguay no permitió entonces que fuera juzgado por haber facilitado información para asesinar al empresario Francisco Javier Zabaleta, el 6 de julio de 1988 en Elgoibar.

El arresto se produjo en París, ciudad a la que el etarra se trasladó desde Uruguay. Ahora deberá comparecer ante un tribunal francés, que acordará si le entrega a España. Según fuentes judiciales, Ibáñez localizó a la víctima, la vigiló e identificó y facilitó que la información llegara al comando Eibar para perpetrar el atentado.

LA ACCION El empresario, que fue relacionado con el tráfico de drogas por ETA, murió tras recibir dos disparos a quemarropa por parte de Jesús María Ziganda. Los otros dos miembros de ese comando, Juan Carlos Balerdi y Fermín Urdiain, le dieron cobertura y los tres se escondieron en la casa de Luis Casares en Plasencia.

Por ello, Ibáñez fue procesado en julio de 1989 por asesinato en grado de cooperador. Garzón reclamó su extradición por este hecho el 18 de junio de 1992, pero Uruguay solo lo entregó para ser juzgado por haber facilitado información sobre Sebastián Aizpizi, que fue asesinado por ETA el 25 de mayo de 1988.

Tras su absolución, regresó a Uruguay, por lo que no pudo ser arrestado de nuevo. Ayer, al volar a Francia desde Montevideo, fue detenido por la policía en el aeropuerto. Garzón reactivó la orden de detención internacional que había dictado contra él en 1994. Ibáñez tenía sus papeles en regla. Fuentes de la Audiencia Nacional no descartan que, una vez en España, se le abran otros procesos. Ibáñez se integró en ETA a principios de los 80. En 1987 participó presuntamente en un atentado contra la Guardia Civil en Eibar.