La asamblea del relanzamiento de Izquierda Unida (IU), tras el fracaso en las pasadas elecciones generales y europeas, se saldó ayer con una mayor división interna y el triunfo provisional y por escaso margen de Gaspar Llamazares. El coordinador general y candidato a la reelección se quedó en el 49,52% de los delegados. Su lista, con Rosa Aguilar como número dos y el poeta Luis García Montero y los dos diputados, Isaura Navarro y Angel Pérez, a continuación, sólo logró 416 votos de los delegados frente a 320 del candidato de la dirección del PCE, Enrique de Santiago y 104 del alcalde de Carmona (Sevilla), Sebastián Martín Recio, al frente de los sectores más radicales. Sus adversarios sumaron 8 papeletas más que Llamazares.

La precariedad interna del líder de IU, que ha defendido acuerdos de gobierno con socialistas y nacionalistas, es una mala noticia para el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, que necesita el apoyo de los 5 diputados de IU-ICV. Y también lo es para los ejecutivos de Asturias, Euskadi y Cataluña, en los que las federaciones y formaciones de IU son determinantes.

EN MINORIA La traslación de los resultados de la asamblea al nuevo consejo político, encargado de elegir al coordinador, fue de 54 consejeros de la lista de Llamazares, 42 de De Santiago y 14 de Martín Recio. Este último comprometió su apoyo a De Santiago como coordinador general. Matemáticamente hubieran ganado por 2 votos. Pero los llamazaristas habían previsto su escaso margen y a través de la federación de Baleares plantearon una enmienda a los estatutos que permitía a los coordinadores regionales participar en la elección del coordinador general. La enmienda fue aprobada la noche del sábado por 306 votos a favor, 253 en contra y 10 abstenciones.

De ese modo, los 19 dirigentes regionales se sumaron a los 110 consejeros elegidos por la asamblea, y la mayor parte de ellos respaldaron a Llamazares, quien logró la reelección como coordinador por 67 votos a favor, 51 en contra y 8 abstenciones. Se registraron tres ausencias.

Pero el candidato del PCE, De Santiago --que llevaba a Francisco Frutos en el cuarto puesto de su lista-- dijo que la batalla no ha terminado y denunció "el cambio del reglamento en medio del partido". Si bien ayer no sometió su candidatura a la votación del consejo, anunció que la presentará en febrero, cuando las federaciones hayan designado a los otros 110 miembros que les corresponden. Llamazares aceptó el reto. "En el próximo consejo político, someteré el cargo a ratificación y cualquiera puede presentar su candidatura", dijo.

TENSION La proclamación de la victoria de Llamazares, tras un agrio debate en el consejo político, en el que los críticos pidieron sin éxito que los coordinadores regionales se abstuvieran de votar, dio lugar a una bronca formidable. Un grupo minoritario acogió la elección con gritos de "dimisión" y "tongo, tongo". Las voces fueron acalladas por el clamor de "unidad, unidad".

Fuera del plenario se registraron enfrentamientos que obligaron a intervenir a los responsables de seguridad del pabellón municipal de congresos. Llamazares agradeció la "solución unitaria" de la asamblea, en referencia al aplazamiento de la candidatura de De Santiago, admitió errores y prometió una dirección plural. Tras ello, llamó a "salir a la calle" por los derechos sociales, el estado federal, las libertades civiles y "contra la Constitución europea".