José María Aznar ya ha dado el visto bueno a las líneas maestras de los Presupuestos del Estado del 2004, en los que, según fuentes gubernamentales, el gasto militar subirá por encima del 5%. Con este aumento, que duplica el registrado este año por la partida de Defensa, el presidente cierra su último presupuesto con el mayor incremento de la inversión militar desde que llegó a la Moncloa en 1996. El Gobierno justifica esta prioridad en la necesidad de sufragar las nuevas responsabilidades de España en la lucha contra el terrorismo internacional.

En el debate sobre el estado de la nación, Aznar ya anunció que en los Presupuestos del 2004 el reparto del gasto se ajustaría a "una serie de prioridades políticas que sitúan en primer término el reforzamiento de las funciones esenciales del Estado". Y adelantó, sin concretar cifras, que el Gobierno realizaría un esfuerzo inversor particularmente "relevante" en "seguridad interior y exterior, justicia y relaciones internacionales", además de mantener la "tendencia ascendente" en el gasto social, las infraestructuras y la investigación y desarrollo.

BORRADOR DE MONTORO

Tras recibir las instrucciones del presidente, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha elaborado un borrador de las cuentas del Estado en el que los presupuestos de Defensa e Interior crecen en una horquilla del 5,3% al 5,8%, muy por encima del techo de gasto global, situado en el 2,4%. Sin perjuicio de los ajustes que pueda efectuar a la vuelta de las vacaciones, Hacienda ha tomado como referencia para el incremento de estas partidas el aumento del producto interior bruto (PIB) nominal, que el programa de estabilidad del Ejecutivo fija en el 5,8%.

En términos absolutos, la partida de Defensa se aproximará a los 7.000 millones de euros (más de 1.1 billón de pesetas), a los que habrá que sumar los cerca de 1.400 millones que Ciencia y Tecnología destinará a la investigación militar. Para explicar la conveniencia de incrementar la dotación financiera de las Fuerzas Armadas, el Gobierno recuerda que en los últimos años, a fin de alcanzar el objetivo del déficit cero, Defensa ha sufrido severos ajustes presupuestarios.

Las fuentes gubernamentales consultadas subrayan además que entre el 2000 y el 2002, ejercicios en los que la partida de Defensa creció por encima del 4%, casi todos los recursos se destinaron a sufragar la costosa profesionalización de las Fuerzas Armadas, consecuencia de la promesa electoral de Aznar, que en el 2000 anunció la desaparición del servicio militar obligatorio.

FACTORES POLITICOS

Pero los factores que han llevado a Aznar a invertir más en la "seguridad interior y exterior" son, sobre todo, de índole política. El presidente entiende que el mayor desafío que afrontan todas las democracias, y particularmente la española, es el del terrorismo. De hecho, la conveniencia de contar con potencias aliadas que puedan ayudar a España a combatir cualquier amenaza para su integridad territorial ha sido uno de los argumentos que ha esgrimido para justificar su alianza estratégica con EEUU y, a renglón seguido, su apoyo incondicional a la guerra desatada contra Irak.

Según Aznar, esta apuesta refuerza el protagonismo mundial de España, pero también la obliga a asumir nuevas responsabilidades, como la participación en operaciones multinacionales.

Precisamente, el debate público sobre los gastos de Defensa se desató cuando, el pasado 26 de mayo, 62 militares procedentes de Afganistán fallecieron en un accidente aéreo en Turquía a bordo de un avión ucraniano, el Yakovlev 42. El Gobierno negó entonces que las precarias condiciones en que volaban los soldados guardaran relación con las restricciones presupuestarias, pero el propio Aznar y los ministros Trillo y Mariano Rajoy aprovecharon para defender la necesidad de incrementar el gasto militar.

LA MEDIA EUROPEA DE LA OTAN

Ya durante la guerra de Irak, Aznar criticó que Francia y Alemania se opusieran a los planes de EEUU pese a que años atrás, a causa de su debilidad defensiva, la UE tuvo que recabar la ayuda de Washington para hacer frente al conflicto de los Balcanes. El presidente estima que a medio plazo España debería duplicar su gasto militar y alcanzar la media de los países europeos de la OTAN, situada en el 2% del PIB. Con el 1,2%, España es uno de los socios europeos de la Alianza que menos invierte en Defensa.