El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, se encaró con el presidente del Congreso, Manuel Marín, cuando éste le recordó que había rebasado su tiempo. Zaplana le recordó el compromiso de "ser generoso". Marín le instó cinco veces a que concluyera y tuvo que recordarle que era el presidente quien dirigía los debates. Recibió abucheos --"¡Fuera, fuera!"-- del PP. Después, Marín informó a sus señorías de que "es la primera vez que se concede a la oposición un turno extraordinario de réplica", ante lo que el ministro Bono le preguntó si era él o la oposición quien cerraba el debate. Lo cerró Bono.