El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu tomará declaración este viernes al gobernador del Banco de España, Luis Linde, en el marco de la causa en la que investiga la fusión y salida a Bolsa de Bankia. Esta declaración tendrá lugar un día después de la de su predecesor en el cargo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien ha revelado ante el juez de la Audiencia Nacional que el organismo regulador planeaba restarle competencias al expresidente de Bankia Rodrigo Rato cuando el Ministerio de Economía, dirigido por Luis de Guindos, le quitó "totalmente el control" de la situación, informaron fuentes jurídicas presentes en la declaración.

Fernández Ordóñez, que ha declarado durante más de tres horas y media como testigo en la causa en la que se investiga la fusión y salida a Bolsa de la entidad, ha asegurado que no tenía confianza suficiente en Rato por entender que carecía de experiencia bancaria para dirigir la entidad. Por ello, intentó negociar con él que se mantuviera como "presidente no ejecutivo" tras nombrar a un presidente con conocimientos bancarios, para cuyo puesto ya tenía "en mente" al actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.

El juez también tomará declaración por escrito al ministro de Economía, Luis de Guindos e interrogará el día 19 al presidente del banco de inversión Lazard en España, Jaime Castellanos, con quien Rato tenía una sociedad inmobiliaria; el 20 de febrero al socio auditor de Deloitte, Francisco Celma; y el 21 al actual presidente de Bankia, José Ignacio Gorigolzarri.

En la causa están imputados los 33 exconsejeros de la entidad, así como Bankia y su matriz, el Banco Financiero de Ahorros (BFA), en calidad de personas jurídicas por los delitos de falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida.

La entidad, fruto de la fusión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas de ahorro, salió a Bolsa el 20 de julio de 2011 con un precio de 3,75 euros por acción tras haber captado unos 3.000 millones de euros de pequeños inversores y sus empleados. Actualmente, la acción de Bankia cotiza por debajo del medio euro.

En la información que Bankia remitió a la CNMV facilitanto el avance de resultados del ejercicio de 2010 señalaba que el grupo iniciaba su andadura "con un nivel global de solvencia y provisiones adecuado, al haber realizado un ejercicio de saneamiento responsable y prudente, anticipando las pérdidas futuras de un escenario de estrés".

Tras la dimisión de Rodrigo Rato como presidente de Bankia, el 7 de mayo de 2012, la entidad reformuló sus cuentas de 2011, que pasaron de tener unos beneficios de 305 millones de euros a unas pérdidas de 2.979 millones, lo que obligó a inyectar al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dependiente del Banco de España, unas ayudas de casi 24.000 millones de euros.

Según las declaraciones ante el juez que realizaron tanto Rato como el exvicepresidente de la entidad y de Bancaja José Luis Olivas, Fernández Ordóñez convocó a ambos el 2 de junio de 2010 a una reunión en su despacho, en la que también participó Aríztegui, para instarles a que llevaran a cabo la fusión para calmar a los mercados. "El regulador tiene mucho poder", explicó Olivas ante el juez.

El 'número dos' de Órdóñez y exsubgobernador del Banco de España Francisco Javier Aríztegui, aseguró este miércoles ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que el Ministerio de Economía asumió un "protagonismo público y notorio" en la crisis de la entidad, que desencadenó el 7 de mayo de 2012 la dimisión de su presidente Rodrigo Rato, informaron fuentes jurídicas.

Aríztegui, que reconoció que el Banco de España dejó de tener el "control" de la situación a finales de abril del año pasado, cuando el departamento de Luis de Guindos exigió a Rato un nuevo plan de saneamiento al entender que el anterior plan de capitalización, que tenía el aval del supervisor, no era viable. "No sé por qué lo hizo", ha apuntado.