El Gobierno ha acogido hoy con prudencia el anuncio del presidente del PNV, Íñigo Urkullu, de que este partido suspende toda colaboración y apoyo a futuras iniciativas del Ejecutivo, y espera explicaciones sobre los motivos para adoptar esa decisión. Así se han expresado a Efe fuentes del Gobierno una vez que Urkullu ha informado de ese acuerdo de la dirección del PNV después de que el Tribunal Supremo haya anulado las candidaturas de Bildu. El Ejecutivo dice estar a la espera de que el PNV le explique el porqué de esa actitud y recuerda que el motivo aducido para ello, la prohibición de que Bildu concurra a los comicios del 22 de mayo, no es una decisión del Gobierno, sino de los jueces. Urkullu ya amenazó la pasada semana con la posibilidad de que su partido dejara de apoyar al Gobierno si no se permitía la concurrencia de Bildu a las elecciones. Ante esas palabras, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de ministros del pasado viernes, dijo entender las "discrepancias" en torno a la presencia de Bildu en los comicios y consideró que formaban parte "del escenario del final de ETA, que se acerca". En esa línea, indicó que no debían preocupar las discrepancias salvo si resquebrajaran la unidad de acción o rompieran la lucha antiterrorista, algo que las fuentes del Gobierno consultadas hoy por Efe han confiado en que no ocurra. Hoy, en la rueda de prensa que ha ofrecido para valorar la muerte del líder de Al Qaeda, Rubalcaba ha reconocido que ayer habló con Urkullu y mantuvo con él una conversación "correcta, interesante y cordial". Pero en ningún momento ha desvelado si en esa charla Urkullu le confirmó la intención de dejar de apoyar al Gobierno. Fuentes del PNV han precisado que su decisión ya ha sido comunicada al Gobierno y no afecta a lo ya pactado y negociado, como el traspaso de las competencias pendientes en el Estatuto de Autonomía o lo relativo a la ejecución de los Presupuestos Generales del Estado para 2011.