El Gobierno central ha endurecido su ofensiva diplomática contra la posibilidad de una Catalunya independiente y ha advertido a los catalanes de que un Estado surgido de una declaración unilateral de independencia no lograría el reconocimiento oficial de casi ninguno de los estados miembros de la Unión Europea (UE), lo que haría inviable su reintegración en las estructuras europeas.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha afirmado que los catalanes "deben ser conscientes" de que una declaración unilateral de independencia sería una violación flagrante de la Constitución y de la legalidad del Estado español, así como de la legalidad de la UE y del derecho internacional.

El derecho a la autodeterminación, cuando no está recogido explícitamente en una Constitución, solo puede aplicarse a las antiguas colonias, a los territorios bajo ocupación militar y a los territorios donde no se respetan los derechos fundamentales de las personas, según la doctrina establecida por la ONU, ha señalado Margallo.

Esa ruptura con la legalidad y el derecho internacional, ha proseguido el ministro, "haría imposible" el reconocimiento del nuevo Estado independiente por la mayoría de los países de la UE y de la comunidad internacional. "Catalunya no sería un Estado reconocido internacionalmente y esa falta de masa crítica de reconocimiento internacional haría inviable su adhesión a la UE", ha subrayado el titular de Exteriores.

Reducción del nivel de bienestar

Para poder ingresar en la UE, primero hace falta que un Estado ya miembro proponga la adhesión del país candidato, lo que en opinión del ministro sería muy poco probable que se produjera. Después, para reconocer a ese país el estatuto de candidato a la adhesión hace falta el "voto unánime" de todos los estados de la UE, lo que Margallo considera imposible que se produzca, aunque el ministro ha eludido responder a la pregunta de si España vetaría formalmente la candidatura de la adhesión de una Catalunya independiente a la UE. En definitiva, una Catalunya independiente quedaría fuera de la UE, de la ONU y de las organizaciones internacionales y provocaría una pérdida del nivel de bienestar de sus habitantes del 25%, ha asegurado el ministro.

Respecto al caso de una eventual independencia de Escocia, Margallo ha explicado que la posición del Gobierno español dependería de si esa independencia es fruto de un acuerdo con el Gobierno de David Cameron no.