Tras 48 horas de cauto silencio, ayer el Gobierno aseguró desconocer el informe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre la cita de Josep Lluís Carod-Rovira con la cúpula de ETA. Lo hizo a través del ministro portavoz, Eduardo Zaplana, quien cuestionó la existencia de tal informe secreto y se declaró "seguro" de que "ningún miembro del Gobierno" conoció la entrevista de Carod con la cúpula terrorista antes de que se hiciera pública el pasado lunes.

Desde el pasado miércoles, cuando se desveló que el CNI informó de este encuentro a José María Aznar días antes de que lo divulgara el diario Abc, el Gobierno ha evitado confirmar o desmentir la existencia de este dosier de los servicios de inteligencia. "Yo no hablo de estos temas", se fajó el mismo miércoles el presidente del Gobierno.

En cambio, en su comparecencia de ayer tras el Consejo de Ministros, Zaplana fue más allá al negar incluso que el Ejecutivo tuviera información previa sobre el viaje del conseller a Perpiñán (Francia): "No tengo constancia, y estoy seguro de que no, de que ningún miembro del Gobierno pudiera tener esa información". Por si había dudas sobre si hablaba a título particular u oficial, Zaplana las disipó: "Soy el portavoz del Gobierno y digo que no tengo constancia --de la existencia del informe del CNI--, no lo conocía ni tengo constancia de que nadie lo conociera".

De poco sirvió su insistencia en que la "cuestión fundamental" era la entrevista del líder de ERC con ETA y no cuándo la conoció el Ejecutivo o cómo se filtró a la prensa. Hasta una docena de veces fue preguntado sobre el papel jugado por el espionaje español en este oscuro episodio, mientras Zaplana se empeñaba en culpar al PSOE de buscar "excusas" para "desviar la atención" de los pactos del PSC con Esquerra.

Primero sugirió que el encuentro con ETA pudo haberse destapado por una indiscreción del entorno de Carod, y a continuación aseguró que no existe "el más mínimo indicio" de que el CNI haya jugado "el más mínimo papel en este asunto".

NO HABRA COMPARECENCIA En todo caso, Zaplana garantizó que "nunca el Gobierno utiliza con fines impropios la información reservada que pueda tener", y acusó de "irresponsable" a la oposición por preguntarse por qué no se detuvo a los interlocutores de Carod: los dirigentes etarras Mikel Albizu, Mikel Antza, y José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera. Pese a estas sombras de duda, el portavoz rechazó que Aznar o el director de CNI, Jorge Dezcallar, comparezcan en el Congreso de los Diputados para aclararlas.