El Gobierno amenazó ayer con recurrir a "todas las posibilidades legales" a su alcance para abortar el proyecto del PNV y EA de ceder el control de algunos consistorios vascos a la plataforma Autodeterminaziorako Bilgunea (AuB), sucesora de Batasuna. Fuentes del Ejecutivo de José María Aznar apuntaron que el instrumento legal más efectivo es la disolución de las gestoras municipales que estén integradas por miembros de AuB.

El vicepresidente Mariano Rajoy lanzó ayer esta advertencia al PNV y EA sólo 24 horas después de que dirigentes de ambas formaciones negociaran con AuB fórmulas para otorgar representación institucional a la ilegalizada plataforma aberzale. Una de las opciones debatida fue la de disolver algunos de los consistorios vascos donde el voto nulo --promovido por AuB-- se impuso al resto de listas, y constituir en su lugar gestoras municipales que quedarían en manos de representantes aberzales.

Rajoy alertó de que el Gobierno "no puede admitir" tal maniobra porque sería "una burla clamorosa" de las sentencias que prohibieron las listas de AuB por considerarlas herederas de Batasuna e instrumentos de ETA. También juzgó "sorprendente, antidemocrático y una vergüenza" que PNV y EA, junto a IU, pretendan dar representación local a las candidaturas proscritas.

Adelantándose a los planes nacionalistas, el Ejecutivo de Aznar ya diseñó una estrategia para abortar este tipo de ardides antes de las elecciones, como anticipó este diario el pasado 7 de mayo.

POR DAR "APOYO" A ETA

De materializarse la maniobra, Aznar recurriría al precepto legal que le autoriza a disolver, previo acuerdo del Senado, las corporaciones o gestoras locales cuya gestión juzgue "gravemente dañosa para los intereses generales" por incumplir "sus obligaciones constitucionales" al dar "cobertura o apoyo" a los cómplices de ETA.

Patxi Aierbe, único alcalde de Aralar --escisión de Batasuna--, se sumó a este desafío al anunciar que integrará a miembros de AuB en su ayuntamiento, Zaldibia.

El diputado batasuna Jon Salaberria, del grupo Sozialista Abertzaleak, caldeó ayer este debate en el Parlamento vasco, donde acusó a PNV y EA de "robar" la representación a la izquierda aberzale y sentenció que "no hay nada más violento que negar la existencia de un pueblo". Su intervención desató una trifulca en la que PP y PSE acusaron al presidente de la Cámara, Juan María Atutxa (PNV) de dar voz "a ETA".