La reforma de la financiación autonómica no figura en la agenda legislativa del Gobierno de Zapatero. El nuevo ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, adelantó ayer a este diario que el propósito del Ejecutivo socialista es "aplazar hasta la próxima legislatura la reforma del sistema de financiación" y, desde ahora y hasta el 2008, abrir sólo "la discusión sobre los principios" que deben inspirar el futuro modelo financiero.

"Con las reformas de la Constitución, el Senado y varios estatutos de autonomía, en esta legislatura la agenda de cambios legales ya está muy cargada de asuntos de gran importancia. Reabrir ahora el modelo de financiación en la práctica, negociando el dinero, las fórmulas y las cuantificaciones, recargaría mucho la agenda", argumenta Sevilla.

Reconoce el titular de Administraciones Públicas que las negociaciones de las reformas estatutarias que se impulsen en esta legislatura, y en especial la que ya se está tramitando en el Parlamento de Cataluña, "van a afectar a la discusión de principios sobre el modelo de financiación", debate en el que participarán "todas las comunidades".

FORJAR EL CONSENSO El Gobierno del PSOE está decidido, pues, a fomentar ese debate "de principios", pero también a circunscribir la discusión al plano teórico, sin acometer la reforma de la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas (LOFCA).

Sevilla confía en que la apertura del diálogo sobre el Estado autonómico entre el Gobierno, las comunidades autónomas y las fuerzas parlamentarias permita forjar un consenso sobre el sistema de financiación que propicie su rápida aprobación en la siguiente legislatura, dentro de cuatro años.

Consciente de que la mejora de la financiación catalana es una de las principales aspiraciones de la Generalitat, puesto que así lo recoge el acuerdo de Gobierno suscrito por el tripartito formado por PSC, ERC e ICV- EUiA, el ministro de Administraciones Públicas ya ha tomado la precaución de comunicar sus planes a los socialistas catalanes.

Al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, le llamó hace unos días, y con José Montilla, titular de Industria, Comercio y Turismo y primer secretario del PSC, pudo hablar el pasado lunes. A ambos les transmitió el mismo mensaje: que hasta el 2008 sólo está dispuesto a discutir "los principios del sistema", no el reparto de fondos entre las autonomías.

En su programa electoral, el PSOE denuncia que el modelo vigente "presenta fallos que necesitan ser corregidos", y promete reformarlo a fondo, pero sin fijar plazos. Significativamente, Zapatero ni siquiera citó la financiación autonómica en su discurso de investidura.

Maragall y Zapatero hablaron ayer por teléfono y acordaron reunirse cuanto antes en la Moncloa. El principal tema que el presidente catalán quiere tratar es la reforma del Estatuto.