Un día después de que se conocieran las cifras del paro del primer trimestre, las peores de la historia, y de que Bruselas exigiera reformas "amplias y concretas", el Gobierno de Mariano Rajoy aprobará en el Consejo de Ministros de este viernes el Plan de Estabilidad 2013-2016 y el Programa Nacional de Reformas que combinarán un nuevo recorte de gasto con medidas para estimular el crecimiento, como la ya anunciada nueva ley de emprendedores.

En el marco del Plan de Estabilidad, el Gobierno modificará sus previsiones macroeconómicas, que podrían incorporar una caída de la economía de hasta el 1,5 % en el 2013 y una tasa de paro que no bajará del 25% en varios años, un escenario más pesimista que obligará a adecuar también el objetivo de déficit y las medidas para lograrlo. El Ejecutivo tiene previsto remitir el plan a Bruselas para que la UE dé el visto bueno a la previsible flexibilización de las metas de déficit para España.

Tanto el Plan de Estabilidad como el Programa de Reformas son las dos patas de la estrategia económica del Gobierno: consolidación fiscal para reequilibrar las cuentas públicas y reformas estructurales para corregir los desequilibrios acumulados por la economía.

Pendientes de los impuestos y las pensiones

Por lo que respecta a las reformas, Rajoy ha avanzado estos últimos días que es probable que haya algún recorte adicional a los previstos en los presupuestos del 2013, pero no tan duros como los del año pasado, cuando al margen de los presupuestos se decidió un ajuste de 10.000 millones en la sanidad y la educación, la subida del IVA y la supresión de la paga extra de diciembre a los empleados públicos.

El Gobierno ha negado subidas adicionales de los principales impuestos (IRPF e IVA) o más recortes de la prestación por desempleo, aunque se esperan cambios ya conocidos como la reformulación del impuesto de circulación para penalizar a los vehículos que más contaminen o los estímulos fiscales a la actividad emprendedora.

Tampoco se espera una vuelta de tuerca a la reforma laboral, como pide la Comisión Europea, pero sí una reforma de las pensiones para incluir el conocido como "factor de sostenibilidad", que permitirá adaptar diferentes parámetros del sistema --como edad de jubilación o periodo de cotización necesario para cobrar el 100% de la pensión-- de acuerdo con los cambios en la esperanza de vida.