El Gobierno español no tolerará ni la más mínima amenaza de Batasuna. Así lo afirmó el domingo el delegado del Ejecutivo en Euskadi, Paulino Luesma, al advertir a la izquierda aberzale que el Estado será "implacable" tanto con los asesinos como con quienes les den cobertura.

Las palabras de Luesma durante un acto de homenaje a las víctimas del terrorismo organizado por Gesto por la Paz dieron réplica al reto que la víspera lanzó el portavoz de la fuerza ilegalizada, Pernando Barrena. Aunque son raras las ocasiones en las que Luesma contesta a las andanadas de la izquierda aberzale, el domingo quiso dejar claro en Bilbao que su aviso va en serio.

"El Estado de derecho no torcerá su brazo", dijo antes de subrayar que lo único que espera la sociedad vasca de los radicales es que se desmarquen de ETA y le pidan "de una vez" que abandone la violencia.

PREOCUPACION Lo cierto es que las palabras de Barrena causaron gran preocupación en los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado. El secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Joan Miquel Perpinyà, pidió que las manifestaciones del portavoz de Batasuna sean analizadas, porque pueden constituir un delito de "amenaza terrorista". Sugirió que siendo Barrena uno de los pocos dirigentes de la organización ilegal que se encuentra en libertad, "quizá" fuera conveniente su detención.

El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, arremetió contra la "desvergüenza" de Barrena y manifestó que con sus amenazas ha puesto "en el punto de mira" a todos los militantes del PSOE.

También el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, se declaró indignado por las amenazas de Barrena, pero aprovechó para criticar al PSOE y decir que ahora "se paga el lastre" de la negociación política con ETA. Una vez más, emplazó al presidente José Luis Rodríguez Zapatero a dejar de "marear la perdiz" e ilegalizar el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) y la septuagenaria Acción Nacionalista Vasca (ANV).

El presidente del Senado, el socialista Javier Rojo, asumió que la justicia podría actuar contra ANV dados los "indicios" que se acumulan en su contra. También censuró la actitud de PNV y EA por arropar a los condenados en el macrosumario de Ekin y dijo que le hubiera gustado ver a dirigentes de ambos partidos en el funeral celebrado por los guardias civiles asesinados el día 1 en Capbreton (Francia).

Ni PNV ni EA comentaron el llamamiento de Barrena a "responder" a la "guerra" abierta por Zapatero.