El Gobierno ve un mensaje más político que militar en el último comunicado de ETA y lo interpreta como un intento de forzar la creación de una mesa de partidos con participación de Batasuna. La banda divulgó la noche del jueves una nota en la que advierte de que el proceso de paz está en una "evidente situación de crisis" y amenaza con "responder" si "continúan los ataques a Euskal Herria". El Ejecutivo delegó la respuesta del comunicado en el PSOE, que recordó a ETA su exclusión del debate político y reiteró a Batasuna que cualquier avance exige su legalización.

Aunque también es blanco de críticas y se le señala como responsable de la "gravedad" del momento, el Ejecutivo entiende que ETA ha pretendido transmitir ante todo el malestar de Batasuna por la negativa del PSOE y el PNV a convocar la mesa de partidos mientras la formación aberzale no se legalice.

MOMENTO DIFICIL Fuentes gubernamentales admitieron que el proceso se halla en uno de los momentos difíciles que ya pronosticó José Luis Rodríguez Zapatero, pero estimaron que no existe por ahora riesgo de ruptura. A partir de este análisis, y fiel a su costumbre de no dar respuesta oficial a los mensajes de la organización terrorista, el Gobierno dejó la reacción en manos del PSOE. En una nota leída por su secretario de política autonómica, Alfonso Perales, transmitió a los etarras que la paz "no tiene precio político" y que la política en democracia la hacen "los partidos a través de los representantes elegidos libremente por los ciudadanos".

Para los socialistas, la democracia tiene unas normas "muy claras" y, quien pretenda participar en este marco, "ya sabe lo que tiene que hacer: cumplir esas reglas". Perales aprovechó su intervención para expresar la "firme voluntad" del PSOE de "seguir trabajando para conseguir el fin del terrorismo". Subrayó que el anhelo de paz está "muy por encima de cualquier comunicado de la banda terrorista ETA".

El comunicado etarra, publicado por Gara , es el quinto desde que la banda anunciara el alto el fuego, el 22 de marzo pasado, y el primero desde la declaración institucional de Zapatero en el Congreso, el 29 de junio, en el que dio por iniciado el diálogo con el grupo terrorista. La divulgación del texto se produce en un momento de tensión por el freno que la reticencia de Batasuna a legalizarse está provocando en la formación de la mesa política. La formación vasca alega que las peticiones para que se legalice no son más que una artimaña para retrasar la creación de dicha mesa.

"NUEVAS CONDICIONES" El comunicado sostiene que el PSOE y el PNV exhiben una "voluntad clara para retrasar los pasos a dar" y, al mismo tiempo, se dedican a "imponer nuevas condiciones a la izquierda aberzale". A los socialistas los acusa de querer desarrollar "su propio modelo de Estado y convertir el proceso en un mero instrumento para continuar en el poder".

En cuanto al Ejecutivo, el documento señala que se ha valido de la "represión" para "debilitar a la izquierda aberzale" mediante "continuos ataques desde los aparatos del Estado". Como ejemplos de los supuestos ataques cita "la ocupación de las calles, los controles y amenazas de las fuerzas armadas, los secuestros de ciudadanos vascos y la vulneración de los derechos civiles y políticos de la izquierda aberzale". "España y Francia continúan utilizando toda su maquinaria represiva contra los pilares que nos convierten en un pueblo", añade la nota.

"CHANTAJE" La reacción del PP no se hizo esperar. El secretario general del partido, Angel Acebes, dijo que el comunicado de ETA desmuestra que el proceso "no era de paz" sino de "chantaje", y pidió a Zapatero que "de una vez por todas" diga "la verdad" sobre el diálogo con ETA.

En declaraciones a Europa Press, Acebes exigió a Zapatero que no "ceda al chantaje" y regrese al pacto antiterrorista que firmaron en el 2002 el PSOE y el PP. Según el número dos de los conservadores, el comunicado demuestra que ETA "no va a entregar las armas, condición que le había puesto el PSOE". El secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, exhortó al Ejecutivo a retomar el "combate firme" como único camino para vencer al terror.