Los constantes contactos entre el Gobierno y Cs para hacer frente al coronavirus tuvieron ayer su plasmación en un encuentro oficial, con foto incluida. En la primera cita de este tipo entre el Ejecutivo y un partido de la oposición desde que estalló la pandemia, la vipresidenta primera, Carmen Calvo, y el portavoz adjunto de los naranjas, Edmundo Bal, entre otros asistentes, constataron su sintonía ante la emergencia. Pero no fueron más allá, según explican ambas partes. No se abordaron los Presupuestos Generales del Estado, que la Moncloa quiere tramitar sin prisa, para su aprobación el año que viene, una iniciativa con la que no parecen contar con Cs.

A primera hora de la mañana, justo antes de reunirse con los liberales, Calvo alabó la actitud del partido que lidera Inés Arrimadas, que ha apoyado las seis prórrogas del estado de alarma y votará a favor del decreto de nueva normalidad, pero al mismo tiempo marcó distancias, dejando claro que una cosa son las acciones para frenar la pandemia y otra las cuentas públicas.

Una vez se acabe la crisis, dijo la vicepresidenta en Canal Sur, «todo volverá a la diversidad ideológica» anterior. Es decir, el Gobierno buscará para los Presupuestos al bloque que permitió la investidura de Pedro Sánchez. Aun así, no se descarta un acercamiento a Cs en este ámbito, en el caso de que ERC, cuyo comportamiento según la Moncloa tiene mucho de imprevisible y viene dictado por su rivalidad con JxCat, acabe descolgándose. Una alianza con Cs para las cuentas sentaría muy bien en sectores del PSOE que recelan de los republicanos, sobre todo varios de sus barones, pero el Ejecutivo la considera muy improbable. Sobre todo, por la dificultad de poner de acuerdo a los liberales con formaciones como Unidas Podemos, socio de coalición, y el PNV.

De momento, las acciones contra el coronavirus. «La reunión se ha desarrollado en un clima de cordialidad y ha durado cerca de dos horas -informó el Ejecutivo a través de un comunicado-. Se han revisado los acuerdos alcanzado con Cs en las últimas semanas, en el marco del estado de alarma, y se ha constatado por ambas partes su cumplimiento y se han emplazado a seguir manteniendo un diálogo constructivo. Se ha acordado analizar las reformas necesarias que mejoren nuestro sistema de salud pública y establecer mecanismos que permitan a España protegerse ante rebrotes de la pandemia, en el marco de una comisión de evaluación con las fuerzas políticas que quieran participar en este proceso».

EL CAMBIO / «Por ahora, el Gobierno cumple», dijo Bal después, en rueda de prensa, mostrando una actitud muy distinta al del exlíder del partido, Albert Rivera, que rechazó reunirse con Sánchez en la Moncloa en un par de ocasiones. «Reunirse en democracia no es facultativo; es obligatorio. Con la situación en la que se encuentra el país, no puede uno no sentarse», continuó el portavoz de los liberales, anunciando que habrá una nueva cita en julio. Pero Bal también quiso subrayar su condición de partido de oposicíon: «Este Gobierno nos parece malo para España».