Las tropas españolas en Irak han lanzado una "campaña de compra de armas" a los civiles con el fin de desarmarlos y tratar de impedir los ataques y actos de resistencia. La operación comenzó el lunes con la distribución de propaganda y documentación ofreciendo dinero a cambio de la entrega del armamento. El primer objetivo de los militares es retirar las armas antiaéreas en manos de la población civil. Según el Ministerio de Defensa, "el plan consiste en el pago de una cantidad de dinero por cada sistema de misil antiaéreo portátil que entreguen".

EVITAR RIESGOS

Los militares pretenden eliminar el riesgo que representan estos lanzamisiles portátiles, del estilo de los Sam-9 , utilizados por la guerrilla para derribar helicópteros y aviones militares. La cantidad que pagarán por cada lanzador oscila entre 100 y 200 euros.

Por su parte, el secretario de Estado de Comercio, Francisco Utrera, dijo ayer en la Comisión de Defensa que en el último año y medio se prohibieron 49 envíos de exportación de armamento y material de doble uso, de los que 18 correspondían a sustancias químicas susceptibles de ser empleadas en la fabricación de armas de destrucción masiva. También anunció un control más estricto de la exportación de armamento mediante un nuevo decreto.