El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, desvinculó ayer los atentados que ETA cometió el fin de semana en Ribadesella (Asturias) y San Vicente de la Barquera (Cantabria) de los seis etarras identificados cuyas fotografías fueron distribuidas el pasado viernes. "No creo que tenga ninguna relación el hecho de que el Ministerio del Interior distribuyera esas fotos el día anterior con los hechos, y probablemente tampoco lo tengan las personas que estaban en las fotos con esos hechos", aseguró.

Los primeros análisis efectuados por la Guardia Civil apuntan a que los dos artefactos estaban compuestos de cloratita, un explosivo casero de un alcance mucho menor que el de la dinamita, según informó Europa Press, aunque Camacho dijo horas antes que se trataba de dinamita de la marca Titadyne. Para el responsable de Interior, la organización terrorista pretendía con las explosiones "poner de manifiesto que está presente, que está ahí y que todavía puede actuar". También advirtió de que la intención de ETA era "preocupar y atemorizar a los ciudadanos que están de vacaciones".