El Gobierno vertió ayer dos jarros de agua fría sobre las expectativas de las comunidades autónomas que aspiran a ampliar sensiblemente su autogobierno. El primero lo derramó de viva voz el ministro Jordi Sevilla, quien advirtió de que las reformas estatutarias deben primar la cooperación entre Estado y autonomías, no la reivindicación de más competencias. El segundo baño de realidad fue la difusión de un informe del Ministerio de Administraciones Públicas que fija algunos límites a las futuras reformas estatutarias.

El titular de Administraciones Públicas presentó ayer el programa Goberna, el Centro de Nuevas Estrategias de Gobernanza Pública. Dirigido por un hombre de su confianza, el también castellonense José María Vidal, Goberna recabará la opinión de los expertos sobre las reformas de la Constitución, los estatutos y la Administración. Ayer, para empezar, difundió los 21 primeros informes que ha recopilado, algunos de los cuales reflejan las reservas del Ejecutivo ante algunas reformas estatutarias y algunas demandas competenciales.

RECELOS Acompañado por el exdirigente del PNV Joseba Arregi, autor de un trabajo sobre la frustrada reforma del sistema federal alemán, Sevilla verbalizó ayer estos recelos. Aunque consideró "razonable" que las autonomías abran el debate sobre el reparto de las competencias, precisó que ése no puede ser el "eje" de las reformas de la Constitución y los estatutos. Cambios que, a su juicio, deben centrarse, por contra, en la búsqueda de "mecanismos de cooperación" entre Estado y autonomías. Firme defensor de la reforma territorial, Sevilla juzgó de "una gran presunción" sostener que "algo es tan perfecto que no merece la pena ser tocado o revisado", pero pidió mesura a las autonomías.

"PASTICHE O FRANKENSTEIN" El ministro enfatizó que el sistema institucional --conformado por la Constitución, los estatutos y la financiación-- no se puede dibujar "a la carta", ni "cogiendo trozos" de otros modelos a conveniencia. De lo contrario, avisó, el Estado perderá su "juego de equilibrios", convirtiéndose en un "pastiche" o un "Frankenstein". Por eso, invitó a los impulsores de reformas estatutarias a "no perder de vista" la Constitución de 1978.

La invitación del ministro Sevilla entronca con uno de los documentos encargados por Goberna: el titulado Informe sobre las principales materias incluidas en la reforma de los estatutos. Este análisis de 25 competencias que demandan algunas autonomías fija límites a los traspasos que podrán incluir los estatutos.