Igual que el 46,4% de los encuestados por GESOP para este diario, el Gobierno achaca la falta de unidad antiterrorista al PP. Basta arañar un poco para descubrir la herida por no haber podido contar con el principal partido de la oposición para negociar el fin de ETA. Pero estamos en un tiempo nuevo. El diálogo con los terroristas ni se contempla en la Moncloa, pese al mayoritario apoyo social con que cuenta (el 76,1%). Y la unidad frente a ETA se percibe tan necesaria que bien vale un trágala de la vicepresidenta. "A día de hoy, no tenemos razones para dudar del apoyo de Rajoy", sentenció ayer tras una semana de advertencias del PP.

El PP no ha cesado de poner luces rojas al Gobierno desde que su líder prometió dejar la política antiterrorista fuera del debate político. En los diez días que han pasado desde la cita en la Moncloa, los conservadores han achacado al Ejecutivo tolerancia con ANV y han dado crédito a las informaciones de Gara, hasta el punto de exigir que el presidente las explique con detalle. Pero De la Vega, ayer, se empeñó en mantener las formas. "Por nosotros no se va a romper la unidad", afirman fuentes de la Moncloa.

La apuesta por el diálogo para poner fin al terrorismo que refleja la encuesta de este diario causó sorpresa en el PP, que mantiene que los resultados del 27-M mostraron un "respaldo claro" de los ciudadanos a la "derrota de ETA" que preconizan los conservadores. Fuentes de la cúpula del partido achacan esos datos a fallos en la elección de la muestra del sondeo, en la que "están sobredimensionados los socialistas", sostienen.