Los nuevos pactos de la Moncloa, la gran oferta política del Gobierno para encarar la compleja etapa tras la epidemia del coronavirus, carecen de contenido. De momento, se trata solo de una cuestión de "actitud", en la que el Ejecutivo busca conocer qué partidos están dispuestos a sumarse a ese "gran acuerdo de país" para la "reconstrucción" económica y social de España cuando pase la emergencia sanitaria, sin aclarar de momento qué medidas quiere impulsar destinadas a ese objetivo.

"En esa empresa colectiva de reconstrucción, lo importante es que todos los partido políticos podamos relanzar el país. Se trata de enfrentar la crisis sanitaria, la cuestión económica y la social, pero también la calidad democrática de este país. No creo que hiciésemos bien en plantear contenidos sin plantear antes las actitudes", ha señalado este miércoles el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, mano derecha de Pedro Sánchez y uno de los miembros del Gobierno con mayor peso político.

La iniciativa, hasta ahora, ha sido bien acogida por las comunidades autónomas (no solo las gestionadas por el PSOE, sino también alguna en poder del PP, como Castilla y León) y mal por los partidos políticos. A un lado y a otro del espectro político. El PP cree que se trata de un "señuelo" para buscar un "cambio de régimen", enterrando la Transición que impulsaron los pactos originales, firmados en 1977.

Este miércoles, la portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, ha señalado que su partido se ausentará de estos acuerdos si Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos y vicepresidente segundo, forma parte de ellos. "Podemos no es el Partido Comunista de los años 70. Iglesias no es Santiago Carillo. Carrillo había evolucionado y trabajaba en la construcción; Iglesias, en la destrucción", ha argumentado en la COPE.

APELACIÓN A LA "COHERENCIA"

Pare el Gobierno, esta actitud del PP supone "abstraerse de la responsabilidad histórica" que trae consigo el covid-19 y seguir la estela de la ultraderecha. "Ya lo había hecho Vox previamente. Pero eso no nos desanima", ha dicho Ábalos, antes de recordar que Pablo Casado, líder de los conservadores, ofreció antes de la investidura a Sánchez varios pactos de Estado. "Tenemos que apelar a su coherencia. No se entiende que un partido que apelaba a los pactos de Estado diga esto ahora. Estamos en un nuevo escenario. No podemos entender esta actitud. Pero sobre todo no lo entienden los españoles", ha insistido el titular de Transportes.

En las antípodas del PP, la oferta de unos nuevos pactos de la Moncloa también ha cosechado ataques. ERC, que hasta ahora ha venido respaldando al Ejecutivo de coalición, ha emitido un comunicado en el que deja claro su rechazo.

"ERC aún no había sido legalizada cuando se gestaron los Pactos de la Moncloa y no nos sentimos deudores del régimen que surgió de aquellos pactos explica el escrito-. Aprovecharon una crisis económica para afianzar un régimen que se ha demostrado totalmente fallido. Y quieren intentar aprovechar una nueva crisis para volverlo a apuntalar. ERC no participará de esto, no sólo porque no nos dejen como en 1977, sino porque nunca contribuiremos a blanquear este régimen. La salida de esta crisis no puede darse con vestigios del pasado. La salida es el futuro y para nosotros, como siempre hemos dicho, el futuro pasa por un Estado propio". La tesis republicana, por lo tanto, es la opuesta a la del PP. Si los de Casado creen que la oferta de un acuerdo busca un "cambio de régimen", los de Oriol Junqueras sostienen que pretende "apuntalar el régimen".

Ábalos, en cualquier caso, ha señalado que el Gobierno no cuenta con ERC. Para participar en esta iniciativa, ha dicho, "hay que compartir el criterio de la unidad territorial".